En cualquier caso, como suelo aprovechar los periodos de docencia para actualizar las lecturas pertinentes, estos días leo, a rachas (la estructuración en capítulos independientes lo permite) un ensayo de autoría múltiple: Heroínas y patriotas. Mujeres de 1808 (Cátedra, 2009)
Los adictos al Blog (véase la entrada sobre Jovellanos) y los alumnos que me sufren esta temporada ya saben que no soy nada entusiasta del Evento de 1808, porque, pese a la lectura "romántica", el pueblo se levantó a defender a Dios y al Rey. Y como dijo un personaje de Zarraluki, si el timbaler del Bruc, en vez de ponerse a tocar el tambor, se tocase los... otro gallo nos hubiese cantado.
Bien, pero voy leyendo el libro. Y averiguo porqué el madrileño Barrio de Maravillas pasó a llamarse Malasaña, en honor a una muchachita de diecisiete años, Manuela Malasaña, fusilada porque (versión mítica) se la halló en el Parque de Artilleros llevándole cartuchos a su padre (un panadero) durante la revuelta, o bien porque (versión real) cuando regresaba del taller de costura a su casa le encontraron en un bolsillo las tijerillas que necesitaba para su labor de aprendiz de modista.
El libro rastrea de manera ejemplar las varias versiones de estas heroínas del 1808, en escenarios múltiples, y sin recurrir a los clisés de los estudios de género.
Deliciosa es también la estampa de María García, "la Tinajera", actuando en la Serranía de Ronda; la de María del Carmen Silva, la Robespierre española (heroína y periodista de guerra avant la lettre); o la de Emilia Duguermeur de Lacy y su liderazgo en el núcleo de aquel liberalismo temprano.
Esta lectura me recuerda que en esa reciente visita a Madrid, en mi habitual escapada al Museo del Prado, esta vez le di prioridad a las recién inauguradas salas del XIX.
Y sí, me encontré con todo un clásico: el lienzo de Padilla del que os hablé (mejor dicho, lo hicieron otros ilustres) en la entrada "La reina loca".
Tampoco me perdí la "Ejecución de Torrijos y sus compañeros", de Gisbert, en parte porque este verano lo había tenido muy presente: no en vano es un elemento central de Si te dicen que caí, ya que el lienzo está reproducido en la alfombra del piso del señorito Conrado Galán y, en la novela, hay una escena soberbia en la que se hace confluir ese elemento decorativo y artificioso, sobre el que Java y Aurora escenifican para el voyeur sus juegos eróticos, con el relato de las ejecuciones reales en el Campo de la Bota, incluida la del guerrillero Artemi :
"Sobre la luz de gas derramada en la playa ficticia de la alfombra, intentaría concentrarse en el caprichoso poder del que dispuso la espectral escena y en el rumor expectante del mar, en la arrogante aceptación de la derrota mirando más allá de la muerte, en la crispación de los puños maniatados y de las lívidas caras donde asomaba la sequedad del hueso, una carne yerta que mucho antes de sonar la descarga ya había dejado de recibir el flujo de la sangre. Uno de los condenados parecía que no se tenía en pie. La playa se repetía en sus ojos como una desolación sin nombre.[…] Por todos los medios tratarían los civiles de mantenerlo erguido, pero él se dejaba caer. El pelotón se puso nervioso. El oficial ordenó que lo sostuvieran por los sobacos. Pero al soltarlo, en el último momento, volvía a caer y el oficial desistió. La primera descarga lo pilló sentado, la cabeza sobre el pecho, las manos atadas chapoteando en el charco, como un niño jugando a la orilla del mar. (p. 326)
Lo que me lleva a recordar que también Javier Marías en Tu rostro mañana III. Veneno y sombra y adiós, acudió a ese lienzo, y lo glosa magníficamente en la página 182 y siguientes, entreverando su discurso con los versos del romance lorquiano:
"... y allí estaban los frailes, que jamás han faltado en nuestros acontecimientos sombríos... uno leyendo o rezando y dos tapando miradas, los tres agoreros, el pelotón de ejecución más atrás, a la espera y difuminado ("Grandes nubes se levantan sobre la tierra de Mijas"), es posible que el que lo comandaba dejara caer el pañuelo blanco que sujeta en su mano izquierda, quizá desde la punta del sable, a la vez que gritaba ¡Fuego!".
(Cuando lo de Bolonia arrecie, a los alumnos de Narrativa del XX les pondré un trabajo "comparativo" y "estilístico" sobre el tema. ¡AVISO!)
Apaciguémonos...
En esa escapada a El Prado, de las nuevas salas donde se exhiben las pinturas del XIX tal vez la que más me cautivó fue la dedicada a Aureliano de Beruete y Compañía. (Acaso porque esas otras telas "históricas" las tenía más presentes.)
Creo que de Carlos Haes sólo había visto hasta entonces una pequeña (pero inmensa) acuarela en Zaragoza, en una Expo sobre el agua. Reproducía una catarata: rústica y elemental, como la que cualquier paseante se encuentra en....
Ahora vi otras de sus piezas
Y también las pinturas de Aureliano de Beruete. No sólo la serie sobre el Guadarrama sino también los paisajes de Cuenca y Toledo y...
Lo que me confirma en lo apuntado en mis clases al hablar de Camino de perfección, cuando comentaba cómo a finales de XIX, y coincidiendo con la expansión de Madrid y la construcción de una vía férrea que acercaba la capital a las cumbres, los pintores de nuestra escuela realista, con Carlos Haes –que además ejercía su influencia desde su cátedra de paisaje en
En la literatura, fue don Francisco Giner de los Ríos, a través de las Institución Libre de Enseñanza,uno de los principales divulgadores del gusto por la sierra. Conocidas son las caminatas y excursiones de Giner por los pueblos de los alrededores de Madrid hasta el punto de hacer de esas salidas y excursiones (o de viajes culturales más extensos) un signo y un emblema institucionista. En 1885, según relata su discípulo Manuel Cossío, Giner llevó a cabo la primera de sus expediciones al Guadarrama –ya cantado por nuestro romántico García Tassara, según Unamuno nos recuerda una y otra vez, citando dichos versos–, desde Villalba al Monasterio de El Paular, atravesando los puertos de Navacerrada y los Cotos y, de vuelta, por
Todo ello -la impresión de estas telas y el escaso tiempo- me impidió visitar a mis clásicos de El Prado.
Uno de ellos es el cuadro de Patinir "El paso de la laguna Estigia" (que, cuando yo puse por primera vez los pies en ese Museo, estaba casi a la entrada, y ante el que siempre me detenía).
Pero hete aquí que me llega....
El azul del infierno, de Carlos Barral: un breve tomito en el que al poeta se le encargó urdir un relato sobre o inspirándose en el lienzo de Patinir, allá por 1989, a finales de año, justo un mes antes de que el poeta-editor muriera.
Así que estos días también he viajado a ese azul (más luminoso que infernal) gracias a Carlos Barral. Y no me importa que el relato haya quedado inconcluso.
Me bastan las palabras (iluminadas o completadas por las propias anotaciones del autor, en una especie de "Making off" -para entendernos- o Diario o Cuaderno de Bitácora, que se reproduce en el tomito). Párrafos como
El amanecer sería gris, lleno de nubes y agujeros amarillos y grandes lamparones rosados, siempre es así en aquella costa, al menos cuando yo tengo insomnio y sobre todo si no he bebido. Cuando he bebido es mucho más oscuro.
P.S. Ilustraciones de mi hijo Nico.
Ana, esta me parece una entrada magnífica,para leer traquilo, sosegado; para ver, observar, leer, buscar más, masticar los pàrrafos que nos ragalas, conectar épocas convulsas con ingénuos y heroicos periodos de regeneración truncados,y llegar al XX a través de Marías, Marsé, Barral, entre óleos decimónicos.
ResponderEliminarMe quedo con unas cuantas palabras del párrafo de "si te dicen que caí":
En el rumor expectante del mar[...]las manos atadas chapoteando en el charco, como un niño jugando a la orilla del mar
Gracias, Hablador.
ResponderEliminarUn día te dedicaré una entrada, cuando ande más descansada. Esta la tenía ya muy ligada (y redactadas algunas partes).
Remiendos!
Me tiene enamorada tu blog, especialmente entradas como esta de hoy. Lo leo siempre aunque no escriba pero pienso que si hoy me pongo con algunos blogs y el tuyo me tiene enganchada hasta la hora que es, que son las dos de la madrugada, al menos te tenía que dar las gracias. Aunque mañana esté muerta de sueño.
ResponderEliminarAna soy una admiradora tuya. Me pareces una mujer sábia.Tenemos la misma edad. ¿de que mes eres tú? No he ido nunca al museo del Prado pero me gustaría ir con una persona que supiera tanto como tú,porque sabes mucho y lo explicas muy bien.Un beso. Soy loli del (hostal mi loli).
ResponderEliminarSonia, muchas gracias. Hacía tiempo que tenía mala conciencia porque en el Blog iba tirando de aquí y allá. Esta entrada la veía muy clara desde el viaje, pero el tiempo...
ResponderEliminarLoli, de sabia nada. Yo a los museos voy con amigos que saben de verdad, como Irene. Me gusta la pintura, pero me declaro humilde diletante en la materia. Muchas gracias por el cariño!
ResponderEliminarAh! Soy de principios de setiempre, Loli. Hay una entrada sobre los Horóscopos. Una de las primeras. Un beso!
ResponderEliminarAna soy médica pero me gusta la astrología y el mundo esotérico. Sino te importa me dices tu día y hora de nacimiento y te diré algo de tí y tu ascendente. Mi ascendente es virgo aunque soy capricornio,el ascendente es lo que marca la personalidad (el yo ), solo si naciste al amanecer coinde el signo con el ascendente, o sea que si no naciste al amanecer tu ascendente no es virgo ,aunque sí lo es tu signo.loli. mi blog es //salidadellaberinto@blogspot.com/
ResponderEliminarquitale la @. loli
ResponderEliminarmi blog es http://salidadellaberinto.blogspot.com/
ResponderEliminarno se si te han entrado los comentarios anteriores ,sino es así luego te comentaré lo que te he puesto.Loli.
Aunque llevaba tiempo sin escribir soy de los fijos, ya lo sabes. Esta es una entrada tan redonda que el café sabe mejor y la jornada de la tarde se hace insoportable porque querría arrancar a leer y a ver y a pasear por estos mundos de Dios. Te tengo a ti y a tu blog, en compensación. Porque hay frases que apuntas que valen su peso en oro, como la última de Barral, o tantas otras tuyas.
ResponderEliminarAna, creo que el personal está de acuerdo, vaya entrada... Me escribes sorprendida por la gran cantidad de visitas que recibes. ¿Sorprendida de qué? Me has dejado sin palabras. Abrazos
ResponderEliminarGracias a todos.
ResponderEliminarJosé Antonio, tenía la sensación de haberos abandonado y me propuse enmendarme (dentro de mis posibilidades, que no son muchas). Además, tantos días de nùvols prims como los que nos atontan estos días aquí en Barcelona, y las tardes cortas... Pura reacción!
Loli, nací el seis a las seis de la tarde. Y una vez una amiga (Adela la secretaria de nuestro Departamento)me hizo una carta astral, y sé que tengo un lío de los gordos por eso del ascendente y demás. Espero tus noticias.
Ana tu ascendente es virgo,eres una virgo auténtica. Al nacer al amanecer te coincide signo con primeracas o ascendente ,que marca la personalidad,ya sabes como es virgo , o sino lo puedes consultar en cualquier sitio de internet. Tienes el Sol, marte y mercurio en el ascendente ,eso te da un atractivo especial, brillas con luz propia,y tienes energía y eres luchadora ,pionera,buena comunicadora ,sabes trasmitir sensibilidad y energía, y como contadora de historias eres única, tu misión en esta vida es esa,trasmitir lo poco o mucho que sepas (en tu caso mucho). Casi eres mi hermana astrológica tenemos cosas en común. Mi ascendente también es virgo con un poco de libra como tú. Y en cuanto a misión más o menos,cada una en nuestro terreno. Nuestra misión está en escorpio en la casa tercera (casa de géminis) ,el regente de la tercera es mercurio .el enviado por los dioses como mensajero. Así que somos mensajeras de Dios,con mensajes relacionados con temas de géminis y escorpio. Júpiter en la casa dos (tauro),es la casa del dinero ganado por tu trabajo, la tienes con Júpiter el dios de la buena suerte y la fortuna, no te podrás quejar. Sabes contar las cosas con magía,amor y sensibilidad (venus y neptuno en la casa tercera).Saturno en la casa cuatro (elhogar), tuvo que haber una persona mayor de tu familia que te influyó muchísimo y la tienes siempre presente. Y que te voy a decir de tu luna ,que la tienes partida entre tus hijos y tu trabajo (corazón partio). Amas la libertad para todos,y eres muy independiente y algo maniática ,bastante mnaniática con el orden ,la limpieza y los microbios. En la casa doce que es la de piscis ,casa de enemigos y obstaculos,tambien de la genialidad y la locura,tienes a urano y plutón ,con lo que eres vulnerable por tu sistema nervioso y eres una artista y buena escritora y comunicadora sobre todas las cosas,no se si pintas también pero el arte en sus muchas variedades, está en tu personalidad y le das salida de múltiples formas y ayudaras a todos las personas con cualidades artísticas de tu entorno. Buena madre ,buena profesora, buena persona y siempre pareceras más joven de lo que eres. Cuidado con los alumnos porque más de uno se habrá enamorado de tí. Espero te haya gustado mi explicación de tu carta astral. Un beso prima.
ResponderEliminarLoli... a tu carta astral responderé como te mereces, y relatando lo que apuntas (concretándolo) con detalles "suculentos".
ResponderEliminarPero... te recuerdo que te dije que nací a las SEIS DE LA TARDE....
Pero no me cambies mucho el panorama. Éste que me trazas ya me satisface.
Kisses!
Loli... De momento sí quiero aclarar que, afortunadamente para todos, ningún alumno ni alumna se han enamorado de mí. Siempre he tenido muy claro lo que Javier Marías llama "el efecto tarima" (creo que en "El hombre sentimental", la novela del profesor en Oxford; no tengo tiempo de ir a comprobarlo) y sus posibles y nefastas consecuencias, de modo que... rien de rien. Yo tuve un magnífico profesor de latín, del que se enamoraban todas mis amigas (incluida Doña Pilar Rahola, que no era amiga ni compañera; iba un curso por detrás -¿quién lo diría?, considerando la ventaja que me ha acabado sacando- y que lo confesó públicamente en la necrológica que le dedicó a Manolo Romero. Curiosamente, una sobrina de él me localizó a través del Blog (ver entrada "Orense", de este verano.
ResponderEliminarEs decir... no fabulo. Cuento lo real, lo sucedido. Y concluyo: desde entonces, desde los 14 a los 16 años en que viví eso, pienso que enamorarse de un profesor (o, desde el otro lado: que se te enamoren los alumnos/as) es algo vulgar y fácil. La docencia o vida universitaria no ha hecho más que corroborar la "sensación" o impresión juvenil con certezas varias (todas ajenas, ¡ojo!).
Además, qué quieres qué te diga... Yo creo que las mujeres (algunos lo achacarán a blandenguerías maternales) no entramos en según qué juegos. No veo yo a Ana María Matute con un gigoló (como otras ociosas), ni en mis estudiantes a los perfectos ejemplares de aves rapiñas que son las herederas de...
¡Uy! Que mañana tengo clases y he de seguir con el discurso ortodoxo.
Cumpliré lo prometido sobre el horóscopo, pero no me lo cambies demasiado, porfa.
Hola Ana Rodríguez
ResponderEliminarMe gustó tu texto. Sólo comentarte dos cosas.
La primera es que tampoco me gusta el levantamiento de 1808. Como todos los nacionalistas, fingen que lo hacen por amor, en este caso a dios y la patria, pero en realidad, lo que los une es el odio. Odian a los franceses, el realidad no soportan a los que son diferentes a ellos, y este odio los une en una revolución que dicen es para liberar, pero en realidad es para hacer a todos iguales. Y el resultado final de todas las revoluciones nacionalistas, nunca falla, siempre más atraso cultural y pobreza.
La segunda es que me gustó el pequeño comentario sobre el libro de Javier Marías. Sólo he leído su blog, Territorio Fantasma, algunos artículos suyos y un recopilarorio Vida de Fantasma. Me gustaría empezar a leer alguna novela suya. Descarto empezar por Tu Rostro Mañana, es demasiado extensa. Pensaba, tal vez, en: Mañana en la batalla piensa en mí, por las reminiscencias de Shakespeare que tiene el título, o también por Los dominios del Lobo. No sé si mejor sería alguna otra.
Ana soy loli,dime el año, que si no tienes actualizado el perfil ,no será el 57. Dime el lugar de nacimiento y en la hora me equivoqué y en vez de 18 horas puse seis.Saludos y a sus pies señora catedrática(eso se decía antes no?)
ResponderEliminarLoli, catedrática no soy (largo de explicar). El año es el 57 y el lugar Vegadeo (Asturias).
ResponderEliminarAnónimo Lector...
ResponderEliminarCelebro la coincidencia sobre ese tipo de revoluciones. No en vano aquí pocos años antes se aireó "Centinela contra franceses".
Sobre Marías, empezar por "Los dominios...", su primera novela, sería lo correcto, pero.... aún no era Marías entonces. Es una obra de juventud, un pequeño juego (muy fresco y divertido)sobre el mundo del cine (el Hollywwood de la época dorada).
Dado que "Todas las almas" está muy vinculada a TRM, yo te aconsejo empezar por "Corazón tan blanco", también de título shakespieariano. Y luego "Mañana en la batalla" y demás, sin olvidar una obra fundamental (y mal entendidda aquí) "Negra espalda del tiempo".
A ver si te aconsejo bien!
Hola Ana,
ResponderEliminarQue sepas que me ha alegrado saber que tú tambien eres admiradora del cuadro de Patinir "El paso de la laguna estigia". A mi, la primera vez que fui al Prado, fue el que más me impactó...
Un saludo,
Si es así, Anónimo Lector, entonces te recomiendo encarecidamente que te leas la novela de Guelbenzu Esta pared de hielo, porque hay pasajes en los que el recuerdo del lienzo de Patinir se impone de forma incontestable.
ResponderEliminarLa novela está dedicada a Don Juan (Benet) en Pisuerga, y va encabezada con una cita de Cernuda:
Mira a través de esta pared de hielo
Ir esa sombra hacia la lejanía
Sin el nimbo radiante del deseo.
En la página web de Guelbenzu que tengo en el Blog, está incluída la reseña que en su día escribí. Lógiicamente, el formato habitual de una reseña impide entrar en detalles. Como tengo el finde por delante y me siento rumbosa, te copio el párrafo inicial de "Esta pared de hielo", y ya me contarás:
"Una forma de hombre, ya no un cuerpo, que caminaba penosamente por un paraje seco, pelado y frío, se acercó a la figura sentada bajo el único árbol a la orilla del río. Una barca flotaba inmóvil amarrada al árbol. El árbol estaba desnudo de hojas, desguarnecido y era escuálido; se alzaba en el aire como un esqueleto sorprendido en el acto de contraer sus huesos. Cuando la forma se acercó a pocos pasos de ella, la figura se irguió de pronto. Era un anciano alto y fornido y llevaba una capa andrajosa anudada al cuello; esperó y observó al recién llegado con ojos llameantes: era la figura de una persona sin edad, de larga barba y cabellera blancas. El espectro del hombre anduvo los pasos que faltaban con evidente fatiga y, al llegar ante el anciano, se estremeció. El recién llegado era una forma de hombre de edad madura atacado por una lividez casi transparente, pero no un viejo. Estuvo contando tiempo en silencio mientras recuperaba el aliento. El cielo incoloro reflejaba la tierra. Al cabo de un momento, aquella alma levantó la cabeza y preguntó, como si le costara un gran esfuerzo:
-¿Es éste el lugar donde vive la Muerte?
-Éste es -repuso la figura.
-En tal caso -dijo el alma del hombre-, aquí es adonde vengo".
Siguen otras trescientas páginas.