Era una criatura cuyo tamaño no sobrepasaba la palma de la mano, pese a las fotos.
Era la posibilidad de cumplir con un viejo sueño: tener una mascota, un animalito... o lo que sea... cuando el dilema se planteaba en Asturias....
Voy teniendo noticias de los progresos de Titán.
Me alegra saber que ya tengo un primer regalito de Navidad. Y, aunque no me afecte, me quedo preocupada ante la afirmación de Díaz-Mas: "Dos gatos mejor que uno".
Es una ricura ese pequeño tigre. Y, sin duda, será jugoso el libro de Paloma Díaz-Mas; uf, cuánto hace que no la leo.
ResponderEliminarUn beso bien grandote, Ana.
Y tres...indescriptible...
ResponderEliminarPues sí... Ya tengo ganas de conocerlo. A falta de nietos........ Abrazos, Isabel!
ResponderEliminarSon tan colegas como los perros si se establece la complicidad necesaria, y la mar de divertidos y graciosos. No sé por qué tienen tan mala fama los pobres.
ResponderEliminarY además limpios, según tengo entendido... Y algunos bellísimos. Yo saqué un episodio de infancia con ellos de protagonistas en Una de mis novelas, "El pulso del azar".
ResponderEliminarSaludos fraternales y suavemnete felinos!