jueves, 14 de enero de 2010

GRACIA... Y DESGRACIA

La última entrada del Blog de Eastriver me había inspirado... y tenía la intención de versionarlo.
Porque viví en el barrio de Gracia entre 1982 y 1984, en la calle Torrent de les Flors. Al salir del metro de Joanich pasaba por la Casa de Almería, que tenía desplegada en la fachada una gigantesta foto de Manolo Escobar muy MANOLO ESCOBAR.
(No la he encontrado en la red, pero para daros una idea...)






Cuando me visitaban mis amigos extranjeros, la insólita visión de aquello requería al menos quince minutos de parada para una somera explicación tipo "who is who".
Creo que ahora (según recuerdo haber leído recientemente) ese espacio se ha reconvertido en sede teatral.
Vlveré.

Bien, viví en Gracia muy feliz. Iba progresando: del Carmelo a Gràcia.
Luego me bajé al Eixample, mucho más barato en 1984, porque Gràcia, como barrio snob y progre -¡Qué buena la caracterización del progre español que hace Casavella en su libro!- empezaba a resultar prohibitivo. Aunque admito que se estaba bien allí. Lo tenías todo. Las placitas en verano convocaban e imantaban y...
Además tenía de vecino a Juan Marsé, que entonces vivía en la calle Escorial. Así que coincídíamos en una taberna del barrio, y...
Debo aclarar que viví las fiestas de Gracia cuando no vivía en Gracia (y no hay paradoja: sólo sentido común, o seny). Es decir antes... Porque después llegaron los niños y los largos veranos en Asturias.

Quizás por eso, y por la literatura -la brillante estampa con que arranca "Últimas tardes con Teresa"-, recuerdo las fiestas de Gràcia en un sugestivo blanco y negro.

Caminan lentamnete sobre un lecho de confeti y serpentinas, una noche estrellada de setiembre, a lo largo de la desierta calle adornada con un techo de guirnaldas, papeles de colores y farolillos rotos...





Acaso las recuerdo así, muy en blanco y negro, porque yo iba a esas fiestas durante mi adolescencia ácrata, de visita. Pero jamás cuando vivía allí.
Suele ocurrir

Este lunes por la tarde estuve con Juan Marsé para ultimar el texto definitivo de Si te dicen que caí, corrigiendo erratas sonrojantes de recientes ediciones, recuperando algunas versiones de la edición original y... en fin, limpiando el texto. Marsé, trabajador infatigable, estilista (alérgico al ornamento, eso sí) y artesano nos sorprendió con la relectura íntegra de Si te dicen que caí, y aprovechó para introducir ahora otras preferencias. De manera que la edición será, de momento, la definitiva.

Esa tarde todas esas cosas las ventilamos enseguida, porque Marsé había anotado cuidadosamnete las dudas y sospechas en la impresión que le habíamos dejado y luego pasamos a hablar de la actualidad.
Y ya sabéis que aquel día (no después, cuando la pesadilla deHaití nos desvela a todos) parte de la actualidad era la polémica en torno a la recién estrenada película "El cónsul de Sodoma", que es lo que le preocupaba a Marsé: la réplica al texto del "productor", que ese lunes tenía ya redactada allí sobre la mesa y que hoy jueves ha publicado El País.








(Del rifirrafe seguramente sabéis más vosotros que yo, que os movéis por la red, inmunes al vértigo, y saltáis de aquí allá. Yo la sigo en mi condición de lectora asidua de El País, y ya me basta.)

En la réplica de Juan Marsé -titulada "Peliculeros"- hay un dato que quiero destacar, porque éste sí atañe a la literatura, que es lo que nos convoca.
(Yo conocía el dato, pero me encanta poder documentarlo.)
Marsé le aclara al Productor que su mujer -la entrañable y querida Joaquina, esa madre extremeña de la que también se enorgullece Berta Marsé cuando redacta las solapas de sus libros de cuentos- había sido la peluquera particular de María Rosa Campos, "La Marquesa", amante de un general franquista, pero que acogía en la suite de un hotel madrileño donde estaba lujosamente instalada (algo de esto reverbera en todo lo relativo a la "fulana de lujo" que se hospeda en el Ritz barcelonés) una tertulia literaria a la que acudían Barral, Gil de Biedma, Ángel González, el joven Marsé, Caballero Bonald (que la recuerda en el segundo volumen de sus memorias La costumbre de vivir: Alfaguara, 2001, pp. 147-148) y otros...

Hay una memorable y dilatada escena, en la que se reconstruye la forja de un poema -escrito al alimón o a veintitantas manos- dedicado a "Ana Rosa" (así se llama el personaje en la novela.

Amor, si fueras aire y respirarte,
Y si fueras, amor, vino y beberte.
Si fueras sombra para no perderte,
O si fueras camino y caminarte.
Amor, fueras cantar para cantarte,
Fueras hilo en mis manos y tejerte.
Que mi aliento fueras y comerte,
Si fueras tierra, amor, para labrarte.
Si fueras para más que para amarte:
Amor, amor, amor, si fueras muerte.








P.D. Tienen suerte mis alumnos porque ya no doy "Literatura del siglo XX", como el curso pasado. Pues este año, cuando Boloia arrecia, les hubiera puesto como "práctica" identificar la autoría de esos versos. Y de paso leerse Bella en las tinieblas, claro.
Y a Manuel de Lope, que nos lo decubrió Carlos Barral, como a tantos otros escritores de los 70.

8 comentarios:

  1. No creo que ningún alumno pueda considerar una suerte el que no impartas una asignatura. Asistir a tus clases es siempre un privilegio y una gozada

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  2. No puedo con Gil de Biedma. Sus historia con niños asiáticos... No entiendo cómo toda la intelectualidad obvia o no quiere ver la perversión en un artista y la critica en otros lares o en otras situaciones ¿Que hay que separar al hombre de su obra? Pues yo creo que no. Vamos, yo no puedo.
    Entrañabale el pasado de Gracia, con Escobar de fondo
    ¡Salud Ana!

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  3. Ayer, domingo, llegué a casa después del trabajo. Esa maldita cafetería de Horta me tiene frito. Todos los fines de semana desde hace seis años haciendo que los clientes tengan 'una mañana de café con leche'...
    Encendí el ordenador y puse algo de música para ducharme y afeitarme (había quedado con 'ella' en otra cafetería (que paradoja la mía)). Puse algo de copla y luego unos pasodobles...¡soy un carca con ritmo!. Antes de salir de casa, leí este escrito de su blog. Al terminar pensé en su generación. Luego, pensé en la mía. Los nacidos en los '80, a la sombra del fin de siglo. Si todos los fines de siglo se parecen, ¿dónde están los miembros de mi generación?
    Llegué a casa a las 21h. Ella me dijo: 'primero viajar, luego ya viviremos juntos'...Así me estuve yo toda la noche: con mis gatos a los pies, el silencio de mi alcoba ante el humo del cigarro y el pensamiento de aquella noche de verano en Gracia, que amaneció en la Barceloneta con las comisuras llenas de chocolate con churros.
    Y ya no escribo más que mañana empiezo exámenes y tengo que concentrarme entre tanta lluvia, tanto pasodoble y estos placeres estivales que tengo ahora en mente.

    PD.No se preocupe, ningún examen de los que tengo es de una asignatura suya... ¡aquí despistado me tendría usted si mi estudio fuese materia de sus clases ! jjjj.
    Un saludo muy fuerte.
    Rubén Z. Roig.

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  4. Debido a tu entrada me he puesto al día con la polémica sobre la película. Lo cierto es que hay mucha mala baba en ciertas declaraciones. He de estar de acuerdo con Marsé, en que han tenido muy mala fortuna sus adaptaciones literarias ya que no se salva ninguna (la única buena es la que no se hizo como demostró el guión escrito por Erice).No me interesa ver esta película, porque me la imagino como casi todos los biopics que se hacen con personajes famosos, una continuidad de escenas de postal sobre su vida(para que podamos ir detectándolas) y frases altisonantes y muy mal encajadas (aderezado en este caso con el sexo que vende).Menos mal que de todo eso queda la literatura como tú bien dices.

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  5. Gracias, anónimo... Con el tiempo, ya veremos...
    A.

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  6. Hablador... admito desconocer ciertas facetas de la vida privada (y específicamente erótica o sexual) de JGB... No me interesan. Sí su literatura (no sólo la poesías, también sus ensayos: lo saben los de Romanticismo)
    A.

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  7. Rubén, estoy en Asturias. Regreso mañana. Me acompaña una lluvia mansa y dulce. ¡Ánimo con los exámenes! Yo también tengo que dedicarles energía!
    A.

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  8. Carlos, vi fragmentos de la peli (el trailer, que se decía). Demasiada gimnasia a deshoras. Por lo demás, parece que Mollá recita muy bien los versos de JGB.
    A.

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