Silencio.
Fue la primera impresión, a las 7:00 horas, cuando me levanto.
Poco después, a las 8:00, y ya instalada en mi galería -que da al patio de manzana que comparto con los trabajadores de Hacienda-, leyendo Obermann, de Senancour, aprecio que la luz no crece, que siguen corridas las persianillas y... tampoco resuena el run rún habitual de la ciudad, su tráfico o su tráfago.
Continúa el silencio (más agradecido porque andan reformando un piso y...).
Hacia las 11:00 (cuatro horas intensas de trabajo es lo que me permito, o lo que mi cuerpo o mi mente me permiten a mí) salgo a cumplir con mis obligaciones cotidianas: recados varios.
Primera consternación: el BONPREU (un supermercado muy implantado aquí) está cerrado a cal y canto. El Caprabo-Eroski, a medias: desabastecidos los estantes de productos frescos (lácteos incluídos).
El País (el diario), más menguado que la edición nacional en agosto. Falta la columna de Elvira Lindo, que leo siempre porque me gusta más ese registro de ella que no otros.
Luego en mi "paseo" advierto que gran parte del pequeño comercio (un restaurante japonés muy familiar, la tienda de calzados que ocupa el chaflán, la tiendecilla que repara electrodomésticos, una tienda de cadena cien, la frutería) ha cerrado y otra parte está a mínimos: sin sacar a la acera sus mercancías y letreros...
En la Caixa, accedo al espacio del cajero automático pero... para acceder a LA OFICINA hay que llamar al timbre.
Yo no lo necesito, era mera curiosidad, pero me cuentan...
Sigo bajando Aribau.
El estanco está está abierto. Mi floristería no. "El Pato Loco", tampoco.
Me vuelvo a casa.
Reviso la otra acera. Pocos cambios.
Almuerzo, con Adrián y su chica: han decidido no ir a la Escuela Superior de... Ellos, que se encierran en la Biblioteca y demás sdependencias en diciembre y en enero y en julio (por poner ejemplos extremos).
No conecto nada y descanso.
Sigo leyendo a Senancour y... hacia lass 18:00 hora sme voy a la mani, me queda cerca.
Todos los comercios de "marca" en los aledaños del Paseo de Gracia están cerrados.
¡Sospechoso!
Pero lo que no lo es, lo que no resulta sospechoso, es el vagabundaje... Me mezclo a.. y vagabundeo en un paseo repleto si bien... Subo y bajo, camino... Un ex-alumno (reciente) me saluda amable. ¡Menos mal! Prosigo. Camino arriba y abajo. En un momendo dado (hacia las 19:00 horas) me encuentro en la confluencia de Gran Vía-Paseo de Gracia con un amago de... carga policial, para entendernos.
Me subo.
Sigo mirando. Descubro algunas caras conocidas, per soy consicnete de que... Además, tampoco me importa, que me reconozcan.
Me quedo en la confluencia frente a la "Borsa de Barcelona", donde los pitidos arrecian.
Espero.
Al poco, sobre las 19:15, llega un FRENTE... custodiado por seres embutidos en chalecos...
"Se supone que esta es la cabeza de la manifestación", inquirí, tras comprobar que mi paisano, Álvarez, andaba por allí, algo esquinado.
Subí y bajé.
Y me marché al poco, tras las primeras cifras:
400.000 manifestantes
80 % de seguimiento
28% de reducción del consumo eléctrico
Volví paseando lentamente.
Ya había visto las huellas de los incendios (disturbios), pero... la Ronda Universidad seguía vacía.
En los escasos bares o restaurantes abiertos, los clientes miraban un partido de fútbol.
Vagabundeo ociosa, curioseando.
En la Ronda, vi contenedores volcados, y papeleras y poco más.
También una lechera saliendo disparada por la Ronda, hacia el dédalo histórico.
Constato que la Gran Vía sigue cortada, y que el tráfico lo desvían por mi calle, Aribau.
Comento con mi hijo Adrián (multiperspectivismo) la jornada y me resigno a...
... escuchar
Entre los más altos espíritus
-
*Q*uienes carecen de autoestima a menudo desconfían de sus capacidades o
incluso llegan a creer en algún momento de sus vidas que, debido a su falta
d...
Hace 1 día
También me he resignado a escuchar, Ana, y más sin poder acudir a la manifestación (una pierna recién operada me lo impidió). He visto por la tele, he leído periódicos, y sigo esperando, porque deseo un cambio, pero un cambio radical que no nos traiga a la derecha... Y me descorazono. No decaeré, ya que Pandora no la dejó escapar de su caja.
ResponderEliminarMe gusta tu crónica, tus impresiones y tus paseos. La he disfrutado mucho, quizá por mi entorpecimiento actual. Es como si hubiera paseado contigo.
Besos siempre.
Hola Ana Rodríguez
ResponderEliminarYo también me dediqué un poco al vagabundeo y, creo que como tú, también se me hizo raro ver calles como la Gran Vía o el Paseo Colón vacías de coches. No los eché de menos, sí extrañaba la calle sin ellos.
Por la barceloneta se ve que destrozaron varios negocios. Creo que más que sindicalistas o piquetes eran grupos antisistema.
En fin, final de una huelga que me parece que no cambiará nada.
Sí, Ana, a escuchar. ¿Y qué dicen los medios? Verdades y mentiras a medias, tendenciosas todas. La mani llegaba desde els Jardinets hasta Gran Vía, todo pacífico, con un tono casi festivo, incluso. ¿Y qué han dicho? Sólo violencia, una violencia que podía haber sido totalmente evitable. Yo que vivo entre Gràcia y el Eixample, a las 15 de la tarde no se escuchaban más que coches de policía. El barrio estaba tranquilo, parecía domingo. Y cuando llego a Pg. St. Joan/Diagonal me encuentro con un control policial tremendo. No entendía nada. Yo también escucho, pero sigo sin entender...
ResponderEliminarUn abrazo
Tu recorrido ha sido como el de un angel que pasa sin ser visto (ligera, ligera y muy observadora).
ResponderEliminarYo también me acerqué con mi hijo pequeño por los aledaños de Gran Vía/Paseo de Gracia, pero ante la quema de contenedores y los intentos de carga decidí alejarme un poco de la zona conflictiva (pues no era la mía). Como tú, pero siempre hablando de la zona centro que es donde habito, constaté que no había vida y tan sólo algún comercio con persianas a medias. Me remueven las cifras que siempre nos quieren vender (cuando es por la causa que nos quieren vender 1 millón, cuando no interesan un 10% de seguimiento). Yo sé lo que ví (y lo violentos eran pocos) y como tu dices los jóvenes también estaban allí. Los partidos gobernantes niegan la evidencia para no tocar nada y seguir apoltronados y los medios de comunicación les hacen juego.
Prefiero la finura de tu fresco paseo que los mil gritos de poderosos. Un abrazo.
Muchísimas gracias a todos por completar esta breve crónica con vuestras vivencias y observaciones. Hay que seguir trabajando (en todos los sentidos), Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarComo el dia después de la huelga de funcionarios, tengo una sensacion de gilipollas que me va a durar unos cuantos días. Hago huelga, y mis compañeros no, o la hacen pero con un día de fiesta, remunerado, y a mi me soplan una pasta y oigo que me dicen que para qué, qué se va a conseguir, no vamos cambiar a nada, es una estupidez... y entonces les digo que no me falten al respeto, les digo que si sacamos algo en claro los que hemos parado por nosotros y por los que no lo han hecho, que me devuelvan ellos mi parte de lo que yo he invertido en defender sus derechos. Entonces me miran raro, se ponen a reir y a decirme que no me ponga así, y yo les digo que pongo como me sale de los huevos, y me levanto y me voy a que me dé el aire, y compro un periódico y leo las portadas de los otros que no compro: normalidad, normalidad, normalidad, normalidad, normalida, y la quiosquera me mira también raro, como diciendo, "vaya cara de gilipollas que se le ha quedado a este"...
ResponderEliminar¡salud!
¡Qué bien te entiendo, Mariano!
ResponderEliminarLos administrativos de la Uni se han pedido un día personal. A mí, no sólo me descontarán todo eso que nombras, sino la totalidad de mi sueldo, que recibo tanto por la docencia como por la investigación. Y yo el miércoles me leí 180 páginas del Obermann de Senancour, para poder decir algo de esa pieza clave en mis clases de Romanticismo.
Hoy, los titulares sobre medidas y recortes (en educación y sanidad) son indignantes.
Un beso!
¡Que bueno! Parece el guión de un cortometraje realista...
ResponderEliminar¡Caray, Luis! Acababa de dejarte un mensaje en Facebook, cuando me metí en el Blog y te encuentro... Un beso!
ResponderEliminarToda huelga sirve para algo. No creo que modifique la política económica del gobierno porque el margen de maniobra es muy limitado y veo a ZP muy decidido a mantenerla. Pero al menos servirá para que cada vez más gente se plantee la defensa de las conquistas sociales, batalle por una sociedad más justa, no se resigne. Ahora bien: aunque parezca contradictorio, en esta ocasión no he hecho huelga. Ha sido la primera huelga general de las cinco que he vivido en la que he trabajado. Como la realidad es compleja, no tenía claro que no fuera utilizada por una derecha cada vez más demagógica, más carente de propuestas, más atrincherada.... La vieja teoría marxista de las contradicciones. Sorry.
ResponderEliminarUn gran abrazo
Creo que esa sensación levemente paradójica nos invadió a muchos, Manuel. Yo entendía la necesidad de las medidas (censuraba que no se hubiesen tomado un año antes, en la persistencia de un optimismo estúpido de ZP, y que fuesen tan parciales, socialmente hablando). No quería un batacazo total, pero tampoco que se hundiesen los sindicatos (más,c cuando doña Esperanza ya ha emprendido su personal caza y captura). En fin... A seguir!
ResponderEliminarAna, no te extrañes de que tus ex-alumnos te saluden amables. Yo soy ex-alumna tuya y sigo tu blog y guardo un recuerdo muy especial de tus clases, por su seriedad y alto nivel.
ResponderEliminarCreo que eres una profesora magnífica, y leerte me encanta. ¡Y hay muchos más de este club!
Saludos y publica...
Mercedes Plaza
Mercedes, bienvenida (aunque deduzco que me sigues desde un tiempo). ¡Ojalá pudiera yo recordaros a todos. El Blog nació con este propósito: de prolongar la conversación o el diálogo de las aulas. Un fuerte abrazo!
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