El insomnio, la insoportable "xafugor" (humedad) y... los desvelos maternales.... me llevaron anoche a...
reeleer las "Crónicas berlinesas" de Joseph Roth.
JOSEPH, repito. ROTH.
Empecé por el principio, como debe ser, aunque no siempre, curiosamente.
Porque al releer, uno va a lo que va (sin especificar).
Pero yo empecé porel principio.
Yo empecé por el paseo de Roth.
Y por esa frase incontestable:
"Lo que veo es el rasgo ridículamente anodino en la faz de la calle y del día".
Y pensé, tras bajarme por las Ramblas hasta la Boquería, que...
... que sí, aunque me sintiera...
¿Qué me importa a mí, paseante uqe marcha en diagonal por un avanzado día de primavera, la gran tragedia de la historia universal que recogen los editoriales de los periódicos? Ni siquiera me importa el destino de un hombre que podría ser el héroe de una tragedia, de un hombre que... En vista de los acontecimientos microscópicos todo pathos es en vano, se pierde sin sentido. Lo diminuto de las partes impresiona más que la monumentalidad del conjunto. Ya no necesito los gestos amulosos, que intentan abarcarlo todo , del héreoe del teatro universal. Yo soy un paseante".
(Joseph Roth:
Crónicas berlinesas.Barcelona, Minúscula, 2006, p. 15)
Dos paseantes con una gran sensibilidad literaria.
ResponderEliminarUn placer tu desvelo, Ana, pero deseo que acabe la humedad que no te deja dormir. Aquí, en Murcia, también llevamos unos días muy húmedos y algo insoportables.
Besos.
¡Vaya párrafo!Es todo un manifiesto vital, una declaración de intenciones, y sin embargo, a pesar de su hermosura, suena también a una rendición, a la resignación ante el destino, ante la conciencia de nuestra insignificancia, después de llegar al convencimiento de que no somos más que un suspiro cósmico y que más allá de nuestra pequeñez, nada es digno de tener en cuenta. De alguna manera recuerda a Walser y de alguna manera este texto es también un freno a la acción.
ResponderEliminar¡salud!
Suerte para el ingeniero en Montmeló. Hoy andan por ahí los dos equipos de la UPC. A ver si no les llueve
Sí, sí... a los dos.
ResponderEliminarEste fin de semana me airearé por Montmeló.
Gracias!
Hola Ana Rodríguez.
ResponderEliminarAl igual que Roth, me encanta pasear y, a diferencia de Roth, intento despreocuparme, sin éxito, de la gran tragedia de la historia universal de los periódicos. Tal vez pasearía despreocupado si Barcelona fuera una ciudad como eran antes las ciudades, como era el Berlín de Roth. Sin embargo Barcelona va abandonando su condición de ciudad, no es la única que le pasa esto, y se va acercando más a su condición de parque de atracciones, de un gigantesco Walt Disney, de una ciudad-centro comercial que se transforma en función de los movimientos de mercado y no del deseo de sus ciudadanos. Así, no puedo pasear despreocupado de los titulares de los periódicos. En sus titulares leo cómo la ciudad se aleja de los ciudadanos, y eso siempre me preocupa y me siento extraño, un turista más, paseando.
Y cómo te comprendo, Eduardo. Por eso leo los paseos de otros. Aún así, hay temporadas de arrebatos y ensoñaciones de caminante, buscando y seleccionando bien: el tiempo (las horas) y los espacios. Saludos!
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