una BLANCA NAVIDAD...
La misma que aprendíamos en las canciones (¡tan lejanas, tan increíbles, tan inverosímiles y por eso deseadas!)
Y sin embargo....
Existen esas casas casi mágicas y los desayunos pantagruélicos... a base de mil panecillos indescriptibles...
Hay la permanencia (espacios que permiten conservar lo indescriptible), verificable en el paraguas tan retro
o en paisajes inmutables
... los abetos...
y el sosiego que brinda el silencio de la nieve...Y aunque aparezco de espaldas, os deseo, de frente y de verdad,
UN VENTUROSO 2011.
P.D. Habréis adivinado, por lo excepcional, que las fotos son de Nico, que me acompañço en este paseo navideño en Albstadt, la "ciudad" blanca.
Magníficas las fotos. Y el texto, evocador y apegado a la más íntima memoria de la infancia. De todas las infancias.
ResponderEliminarSalud y un abrazo.
Un fuerte abrazo, Manuel. Y un venturoso 2011.
ResponderEliminarEres un lujo... Te acabo de enviar un poema por mail para felicitarte pero vuelvo a hacerlo a leerte y ver esas fotos como de cuento de hadas centroeupoeo: Feliz Año.
ResponderEliminarQuerida Ana,
ResponderEliminarMil gracias por todas tus palabras, todas.
Pep
Luis, ya estoy instalada de nuvo en la realidad, aunque no renuncio a otra pequeña escapada (cercana). Un abrazo!
ResponderEliminarÉxitos y salud para este 2011, Ana. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, gracias.... Lo mismo para ti, Ataulfa (sobre todo, salud). Un beso!
ResponderEliminarQué buena pinta tienen las fotos, esos bollos o panes, los árboles, las casa! ¿ Recibiste el año allí?
ResponderEliminarFeliz 2011!
Rafa Banegas
No, Rafael. Sólo nos escapamos cinco días. Abrazos!
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