Recientemente anduve tratando en clase del sueño romántico. Apenas unas pinceladas y de nuevo el lamento por la escasez de tiempo y cierta melancolía al recordar a algunos de aquellos sonámbulos, como el Príncipe de Homburgo, de Kleist, desdoblado entre la existencia real y esa otra vida de los sueños, caminando por su filo, moviéndose en ese territorio "sin medida común con las dimensiones del estado de vigilia", comonos enseñó Albert Bèguin en su impar ensayo.
Es difícil olvidar su imagen en según aparece nada más empezar a leer la obra: "sentado bajo una encina, con la cabeza desnuda y la camisa entreabierta. Medio en sueños, trenza una corona".
Es difícil olvidar las palabras que le dirige el Conde de Hohenzollern al advertir el leve extravío de su espíritu: "¿Vuelve a la nada, Príncipe de Homburgo! ¡Sí, a la nada! Mañana, en el campo de batalla, nos encontraremos. ¡No se gana los laureles soñando!".
Pero el Príncipe hace caso omiso de esa llamada apremiante y no vuelve a la realidad, como le insta Hohenzollern, aferrado al sueño que enseguida pasa a relatar.
(Las citas proceden de una vieja y querida edición, en la colección Maldoror de Labor, 1973, en traducción de Julio Diamante y Elena Sáez).
Evocaba esa escena y yo misma caminaba algo perdida (aunque por razones más prosaicas como lo son las elevadas temperaturas que nos asuelan y la no menos elevadísima contaminación ambiental que nos azota y que ha llevado a nuestros mandamases autonómicos a volver a poner el límite de velocidad en las rondas, el que nada más empezar a gobernar se apresuraron a suprimir, por cierto), cuando llegué a la Plaza de Cataluña, donde habían reaparecido los "indignado" del 15M.
Recordé los comentarios condescendientes de algunos y sobre todo el reproche sobre lo evanescente e impreciso del movimiento y bla, bla, bla...
Recordé que pululaban las pancartas o grafittis con la voz sueño.
Y recordé la escena XII del Libro Primero de Viva mi dueño (la segunda novela del ciclo "El ruedo ibérico" de Valle-Inclán, según es bien sabido). En ella, están don Juan Prim y algunos asiduos que forman parte de su conciliábulo de emigrados. Al acabar la reunión y salir a la calle, tiene lugar un cambio de impresiones sobre el cable llegado de Lisboa y las noticias recibidas, y un "vejete descontento" expresa sus dudas y reticencias, a las que otro de los contertulios replica, sosteniendo otra discusión:
"-¡La Historia se hace con sueños!
-¡Y con ambición!
-No hay honrada ambición sin demencia.
-Don Juan se pasa de cuerdo.
-Eso le pierde. ¡No hará nada!
-Derribará el Trono. Yo tengo confianza en su acción.
-Le faltan las alas. ¡No sueña!
-¿Quería usted un poeta para hacer la revolución?-
Si a usted le da lo mismo, un Profeta."
(Valle-Inclán: Narrativa Completa II, Espasa-Calpe, 2010, pp. 1437-8)
Empiezo a leer Reflexions d'un vell centenari, de Mosisés Broggi (médico formado en la República que contribuyó decisivamente a los progresos clínicos habidos durante nuestra Guerra Civil como cirujano en el frente, con los brigadistas) que acaba de publicar Edicions 62.
Broggi empieza relatando "Un somni de mar" que tuvo a los cuatro años, cuando por primera vez viajó a Barcelona y vio el Mediterráneo. Y me adentro en unas páginas repletas de vida, que eluden el tono crepuscular pese a les denuncias y al alegato que encierran contra la destrucción y la ruina, o contra una ciencia que hemos pasado de admirar a temer.
Más tarde, escucho las explicaciones del conseller Puig en un "59 segundos" sobre lo sucedido en la Ciudad de la Justicia cuando cuatro o cinco imputados por loshechos del 15 de junio iban a presentarse ante el juez y los mozos de escuadra los detienen en la cafetería. Un viejo truco. "Exceso de celo" justificó el conseller.policial.
Estupenda entrada Ana. Soñar y actuar frente a dormir y soñar
ResponderEliminarEl diálogo de Valle es impagable, una lección a seguir, repleta de significado. Parece como si el reciente difunto Jobs, el exitoso vendedor de electrónica, hubiese dado en algún momento de su vida con esta obra, escondida en algún estante perdido de Silycon Valley : "Seguid hambrientos. Seguid alocados". Los 'mercados'(los especuladores) tomaron buena nota. Nosotros parece que todavía no lo hemos entendido.
Gracias. Tú sí eres estupendo. La verdad es que tenía ganas de sacar esta cita de Valle (releía la trilogía la pasada primavera, como ya indiqué aquí)y tal y como está pintando todo... sentí que tenía que volver a... ¿la realidad? ¿la nada? ¿los sueños?
ResponderEliminarAbrazos!
Coincido con PHablador: estupenda entrada... Más que como recuperan los sueños los surrealistas y el psicoanálisis, me gusta el concepto de sueño que tenían los Románticos. Y qué vidas tuvieron, tan vertiginosas, siempre implicados, siempre al borde de algo terrible. Si se puede elegir, además de en el París de los años 20 me encantaría reencarnarme en el Romanticismo.... Y verte por allí. L. A.
ResponderEliminarGracias, gracias...
ResponderEliminar¿En cuál de los romanticismos? No sé si aún sigo demasiado agobiada por el calor, pero... ¡el Norte, el Norte!
Claro que... si lo pienso, ellos se venían al Sur.
Abrazos!
Hola Ana Rodríguez.
ResponderEliminarCuantas maneras de soñar: el sueño de los románticos, el sueño-ambición de la política de Valle-Inclán y los indignados, y, tal vez el más entrañable, el sueño de Broggi, como forma de recordar la infancia. De los oscuros sueños del conseller policial Puig, seguramente se parecerán a la novela 1984 de Orwell.
Y siguiendo con los sueños, qué me dices de los sueños como representación del mundo apolíneo, como fuente del arte, expuesto por Nietzsche en el Nacimiento de la Tragedia. Supongo que esos sueños se pareceran a los del Príncipe de Homburgo dominado por la vida de los sueños, una vida con sentido y claridad, frente a la vida de la vigilia, absurda, cruel, vacía.
Querido Eduardo, ya te echaba de menos. Compruebo que avanzas en tus lecturas... Imposible retener la tentación de abrir mi viejo tomito nietzscheano. Lo abro al azar (está totalemnete subrayado y marcado). Leo:
ResponderEliminar"A la aureola de la pasividad contrapongo yo ahora la de la actividad, que con su resplandor circunda al Prometeo de Esquilo". ¡Otro soñador!
¡Me voy a la concentración! ¡Abrazos! ¡Gracias!
Magníficos los románticos, siempre y estupendo Valle, qué decir. Me ha gustado leer y pasear por tu entrada, soñando, ¿soñando? ¿Es tiempo para soñar?
ResponderEliminarUn abrazo
Gracias, Ata.
ResponderEliminarAlgunos deberían estar desvelados o empezar a ser presos de las pesadillas, después de lo del ayer (15-0). Abrazos!