martes, 10 de julio de 2012

DAMAS NOVELISTAS

En tiempos apretados,  de cierta saturación y elevadas temperaturas (no sólo en el sentido térmicoambiental) tengo por fortuna a mano un selecto repertorio de lecturas breves y oxigenantes.
Estos días le ha llegado el turno a un agudo ensayo (no me atrevo a llamarlo sátira, aunque está repleto de humor e ironía y, por momentos, de sarcasmo) de la gran  novelista británica George Eliot.

                         


Se titula "Las novelas tontas de ciertas damas novelistas", y acaba de sacarlo la editorial Impedimenta, en traducción de Gabriela Bustelo.
Es un repasito de ciertas novelas que alcanzaron la fama en la Inglaterra victoriana, en la onda del abaratamiento edulcorado postromántico y demás. Pese a desconocer los títulos a que remite, es tan prodigiosa y contundente su insobornable exégesis que queda muy claro el paisaje literario de ciertas modas pasajeras: argumentos predecibles, personajes estereotipados y maníqueos, diálogos absurdos de tan inverosímiles, discurso baladí, fatuidad soporífera, abuso de la falacia patética, etc.
 Algunas de las etiquetas que acuña para trazar la tipología de esas novelas (y de sus autoras) bien podría importase aquí, todo sea dicho.

                                   
 
Y para no llamarnos a engaño, conviene avisar de que aquí no hay feminismo ni cuestiones "de género": "La disculpa habitual para las mujeres que se hacen escritoras sin reunir ninguno de los requisitos necesarios es que la sociedad les impide entrar en otros terrenos profesionales. La sociedad es un ente muy culpable, al que se pouede atribuir la producción de incontables objetos dañinos, desde los pepinillos es mal estado a la mala poesía". (pág. 57)

8 comentarios:

  1. Hace unos días que terminé "Servidumbre humana" de Sommerste Maugham. La novela se hace eco, no pocas veces, de lo dañino que resultaba para las mujeres de la época es tipo de literatura. De hecho, se podría decir que eran el equivalente a la telebasura de hoy.

    En defensa de la mala poesía diría que la prefiero a un pepinillo en mal estado. Llámame prosaico...

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  2. Ja, ja, ja...
    Esa novela es soberbia. Maugham es irregular como novelista, pero sus libros de viaje son de una agudeza (e ironía) impar. Abrazos asturianos!

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  3. Con la cita final, he soltado la carcajada. Y es que es cierto: a veces abunda esos pepinillos estropeados, pro tanto en el género femenino como en el masculino. Por no hablar de los malos poetas, que miran que abundan y empalagan.
    Un beso y que disfrutes de Asturias.

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  4. Sí, sí... totalmente de acuerdo.
    Es que en tiempos como éstos, mejor lecturas que al menos nos mantengan ciertos hábitos. Abrazos muy fresquitos!

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  5. Hola Ana Rodríguez

    Eso de los estereotipos en la novela, abunda mucho, y no sólo en la escrita por mujeres. Supongo que en ciertas épocas eran verídicos, como el campesino tonto y analfabeto debió ser real en el s. XIX pero actualmente, cuando un novelista muestra un personaje de ese tipo, maravillado por el progreso de la ciudad, la historia se vuelve simplona, al menos a mi gusto. Tiene mucha razón George Eliot, o al menos coincidimos en algo.

    Otra cosa, están apareciendo nuevas editoriales, pese a la crisis, como Impedimenta, que no sólo están publicando libros interesantes, sino también están sobreviviendo, ¿no? ¿Será que está aumentando la lectura en este país?

    Hace poco me encontré con un librito de Walter Benjamin, Desembalo mi biblioteca. Editado por José J. Olañeta, y, aparte de proporcionarme una lectura constructiva, me hizo pensar que esos nuevos aventureros de la impresión estaban llenando un hueco bastante vacío en la cultura española. Tanto tiempo ha tenido que pasar para que esto surgiese.

    Felices vacaciones en Asturias

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  6. Querido Eduardo... Creo que las pequeñas editoriales, que son un hecho desde hace ya algún tiempo, fracasan menos porque saben al lector que se dirigen, aunque me consta que lo están pasando mal algunas, dado que a todo el mundo se le achucha. Por suerte, el libro (a diferencia de otros "productos" culturales) se ha librado de la brutal subida del IVA. Impedimenta es una de ellas, y habrás observado que en este Blog procuro ir dando voz a algunos de sus autores... Olañeta es un clásico de la edición periférifo-insular (mallorca). Me acompaña desde joven. Editaba libros bellísimos (por fuera y por dentro), entre otras tenía una espléndida colección de libros de viaje cuando el género no estaba de moda... Afortunado hallazgo... Busca más. Abrazos!

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  7. Compré el libro, lo leí y me cabreé. Es cierto que el ensayo es curioso y de plena actualidad, pero la introductora o prologuista se deja tantas cosas en el tintero, que ha conseguido cabrearme, e Impedimenta (una de mis editoriales preferidas, más todavía. Si te interesa, clica en mi nombre.
    Un saludo

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  8. Ah, pues... la verdad es que no había leído el prólogo que mencionas. Gracias por el comentario. Quedó el libro en BCN pero lo leeré al regreso. Abrazos!

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