A la la inversa, otro eje de la polémica giraría en torno a si los autores españoles están lo suficientemente representados en Buenos Aires o ...
Yo me confieso formar parte de aquellos a quienes la sobreabundancia indiscriminada de autores latinoamericanos le llevó a cierta extenuación o desinterés
Pero he leido con sobrecogedor interés el libro de Tomás Eloy Martínez Lugar común la muerte.
¡Qué maravilla!, pensé, nada más iniciar la lectura de unos ensayos/retratos impulsados simepre desde la impredecible línea de realidad-ficción... Algo muy de moda, pero... Tomás Eloy Matínez lo hacía en los años sesenta.
No es sólo espeluznanteel relato final (de los sobrevientes de Hiroshima y Nagasaki) sino la recreación última de vidas oscuras y difíciles, entregadas a una pulsión tánatos que puede arrancar del insomnio o...
Lo averiguaréis en estos retratos tan febriles como apasionantes.
Hoy te comento al margen de la literatura, querida Ana. Porque llego hasta aquí para desearte lo mejor en este 2015 recién nacido. Que se cumplan todos tus sueños.
ResponderEliminarUn grandísimo abrazo.
De momento, aspiro avencer un gripón tempranero... Con la esperanza de que ya no me perturbe más el resto del año.
ResponderEliminarGracias, Isabel... por la persistencia en... mi ausencia de estos foros.
Mis mejores deseos también para tí!
Solo de curioso. Ustedes en las librerias tienen separados los autores latinoamericanos de los españoles? Al menos aquí en Buenos Aires entran en la misma bolsa de hispanoamericanos. Aunque es cierto, eso no habla de representación real, me interesa saberlo por lo que implica sobre como se ven a si mismos.
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