Aún en Berlín, empecé a tener noticias (más bien Nico, por internet) de lo que estaba sucediendo con los mineros de Asturias, León, Teruel.... Aquí, algo empezó a difundirse en la prensa escrita y, dada la avalancha de noticias y los múltiples frentes abiertos, poco a poco fueron apareciendo imágenes en la televisión y demás.
Nada nuevo, por otra parte.
De anteriores conflictos mineros quedó amplia huella en la literatura y la música contemporánea.
Una breve muestra
Y vale la pena resaltar también este fragmento de Chicho Sánchez Ferlosio:
El minero ha sido a menudo la vanguardia de la lucha obrera, referencia para otros obreros de otros sectores; sus acciones y sus reivindicaciones eran la mecha de revueltas que se generalizaban. Me da la sansación -y solamente es una intuición sin fundar- que hoy en día para muchos la de minero es una profesión de otros tiempos, un oficio que solamente existe en los libros de historia, y en las hemerotecas. Quizá es una visión alentada des del poder porque la imagen de esos hombres no deja ningún lugar a la duda, ni al eufemismo; son OBREROS, PROLETARIOS, TRABAJADORES, CON CONCIENCIA DE SERLO. Es decir, que en su lucha hay más en juego que un puesto de trabajo o el futuro de regiones enteras, porque también se da en ella la batalla de los símbolos.
Sí, eso dicen. Un reportaje de hoy en El País era muy elocuente. La mecha la prendieron quienes han dejado pudrir la situación durante años sin buscar un aalternativa... Es la historia de siempre con Asturias... Saludos!
Esa lumbre de Asturias bien podría calentar a España entera, que tenemos motivos de sobra para salir a la calle. Pero..., se ve que estamos drogados, idiotizados, y sólo sabemos lamernos las heridas como los perros. Bravo por Asturias y bravo por los mineros. Un beso, Ana.
Bueno, es que allí la situación es verdaderamente extrema porque no les queda nada. Yo en general veo a la gente muy abatida; inactiva, sí, pero consciente y crítica y preocupada. Además, los jóvenes se están marchando, no lo olvidemos. Besos, Isabel!
Hola Ana, sólo quiero saludarte y decirte que sigue siendo un placer leerte y saberte "cerca". Soy una antigua alumna. Ahora no vivo en Barcelona, sino en Madrid, pero a veces me gustaría mucho verte cuando vuelvo a Barcelona y no sé si sería posible. Tampoco quiero molestarte. También me gustaría saber cómo está Luis Izquierdo, perdí sin quererlo el contacto con él. Y me apreciaba mucho, y yo a él más. Como a ti. Un abrazo.
Pues claro que es posible. Escribes al correo de la facultad o mejor em dejas una nota en el buzón con la un teléfono al que llamarte. Vivo cerca, así que en cualquier momento. Y también te cuento de Luis. Un abrazo!
Qué bien, Ana, ¡gracias! Voy a buscar el correo, la verdad es que me emociona la idea de volver a verte, a veces nos acompañáis el resto de nuestras vidas en el recuerdo y no llegamos a decíroslo. Un abrazo fuerte.
Ya comprendes que aquí no me conviene pubñlicarlo. Mañana estaré por allí, y el viernes también, de 8:30 a 11:30 y el lunes por la tarde, de 18:00 a 21:00. Las aulas te las dicen en Conserjería. Abrazos!
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ResponderEliminar¡Salud!
Sí, eso dicen. Un reportaje de hoy en El País era muy elocuente. La mecha la prendieron quienes han dejado pudrir la situación durante años sin buscar un aalternativa... Es la historia de siempre con Asturias... Saludos!
ResponderEliminarEsa lumbre de Asturias bien podría calentar a España entera, que tenemos motivos de sobra para salir a la calle. Pero..., se ve que estamos drogados, idiotizados, y sólo sabemos lamernos las heridas como los perros.
ResponderEliminarBravo por Asturias y bravo por los mineros.
Un beso, Ana.
Bueno, es que allí la situación es verdaderamente extrema porque no les queda nada. Yo en general veo a la gente muy abatida; inactiva, sí, pero consciente y crítica y preocupada. Además, los jóvenes se están marchando, no lo olvidemos. Besos, Isabel!
ResponderEliminarHola Ana, sólo quiero saludarte y decirte que sigue siendo un placer leerte y saberte "cerca".
ResponderEliminarSoy una antigua alumna. Ahora no vivo en Barcelona, sino en Madrid, pero a veces me gustaría mucho verte cuando vuelvo a Barcelona y no sé si sería posible. Tampoco quiero molestarte.
También me gustaría saber cómo está Luis Izquierdo, perdí sin quererlo el contacto con él. Y me apreciaba mucho, y yo a él más. Como a ti.
Un abrazo.
Pues claro que es posible. Escribes al correo de la facultad o mejor em dejas una nota en el buzón con la un teléfono al que llamarte. Vivo cerca, así que en cualquier momento. Y también te cuento de Luis. Un abrazo!
ResponderEliminarQué bien, Ana, ¡gracias!
ResponderEliminarVoy a buscar el correo, la verdad es que me emociona la idea de volver a verte, a veces nos acompañáis el resto de nuestras vidas en el recuerdo y no llegamos a decíroslo.
Un abrazo fuerte.
Ya comprendes que aquí no me conviene pubñlicarlo. Mañana estaré por allí, y el viernes también, de 8:30 a 11:30 y el lunes por la tarde, de 18:00 a 21:00. Las aulas te las dicen en Conserjería. Abrazos!
ResponderEliminarDe acuerdo pobrecito hablador (gran acierto recuperar tal fantástico seudónimo), es una lucha de símbolos, y en ello está mucho en juego. Un saludo!
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