Estaba triste y abatida desde que supe que Ana se encontraba ya en un estado irreversible... cuando me confirmaron que fallecía ayer viernes por la noche, y que debía escribir algo en una hora, trazando su trayectoria literaria, ya que era previsible que sus numerosos amigos glosaran a la inolvidable persona (no sólo mujer), y se trataba ahora de no soslayar su perfil de escritora, del que tan poco se ocupó, como nos recuerda hoy Juan Cruz en la página que compartimos en El País.
Recurrí a la valeriana para dormir unas mínimas horas, pero hoy ya estoy maquinando qué podemos hacer.
Muere Ana María Moix, poeta de la ‘gauche divine’ | Cultura | EL PAÍS
Hola Ana,
ResponderEliminarAl enterarme el sábado por El País de la muerte de "la nena" me viniste atomàticamente a la mente, luego ví que uno de los artículos estaba firmado por ti. Llevo el fin de semana leyendo todo lo que se ha publicado sobre ella. Realmente de ella he leído poco, algun que otro poema así como un cuento que publicó en una antología de cuentos de diferentes autores titulada "Cuentos eróticos de navidad". Así que lo mejor que puedo hacer es leerla más. Cuenta conmigo en tus maquinaciones para lo que te haga falta... Yo dentro de mis posibilidades y mis distancias te echo una mano!!! Besos.
Gracias, Ramón.
ResponderEliminarEs cierto que habrá que poner en circulación su obra, porque Ana, tan generosa con todo el mundo, cuidó poco de sus cosas.
Un abrazo!