jueves, 10 de diciembre de 2009

DE MOSTRADOR EN MOSTRADOR

Últimamente, he ido de mostrador en mostrador (por aquello de los médicos y análisis y demás).
(Y no os cuento las peripecias porque: o las contextualizo y relato con profusión de detalles ... o mi reputación quedaría maltrecha).

Iba de mostrador en mostrador y al ver a aquellas chicas o mujeres que me atendían: a mí, cara a cara; al teléfono, mediante el aparatito que llevaban hincado en la oreja; y a la pantalla del ordenador...

... recordé a los románticos y su proverbial profilaxis: sus advertencias sobre el crecimiento de lo racional e instrumental (ayudada por el ensayo de Safransky, que sigo recomendando, entre otras cosas porque es una buena síntesis y porque ya no se encuentran en "el mercado" los clásicos de Schenk, Bowra, Abrams, Béguin, Berlin, Bowra y demás... Están en la Bibliografía, recuerdo).







Total, que iba yo de mostrador en mostrador y... recordando los asuntos pendientes...

Por ejemplo, retorcerle el cuello a la edición de Si te dicen que caí, de Juan Marsé.
Es decir, pulir las anotaciones al texto y demás...







(Y es que es difícil cerrar. Sobre un hallazgo stendhaliano de última hora, acabo de encontarme con una referencia irreverente de Casavella sobre el lokal Shanghai (un baile taxi del que Marsé habla en su novela), luego rebautizado Bolero, pero... ¿a quién le importa eso? ¿Alguien recuerda al gran Casavella?).


Y además... consignar (que se decía) las variantes y esas cositas (¿le importarán a alguien? ¿subsistirán los filólogos?

Porque si en el Carmelo yo escuchaba ¿alegremente? a Jacques Brel, en las páginas de la novela resuenan otras coplas.
Por ejemplo, ésta.






Sólo que los mostradores del "Tatuaje", de la Piquer (es decir, doña Concha), no han sido estos míos recientes.





4 comentarios:

  1. ...traigo
    sangre
    de
    la
    tarde
    herida
    en
    la
    mano
    y
    una
    vela
    de
    mi
    corazón
    para
    invitarte
    y
    darte
    este
    alma
    que
    viene
    para
    compartir
    contigo
    tu
    bello
    blog
    con
    un
    ramillete
    de
    oro
    y
    claveles
    dentro...


    desde mis
    HORAS ROTAS
    Y AULA DE PAZ


    TE SIGO TU BLOG




    CON saludos de la luna al
    reflejarse en el mar de la
    poesía...


    AFECTUOSAMENTE
    ANA


    DESEANDOOS UNAS FIESTAS ENTRAÑABLES DE NAVIDAD 2009 ESPERO OS AGRADE EL POST POETIZADO DE CREPUSCULO.

    José
    ramón...

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  2. Pues ya dirán los lectores, José Ramón.

    (Por cierto, ¿no habrás sido alumno? Más bien creo que no, pero como el otro día, en la salita de espera del Dermatólogo, me encontré a una ex alumna (encantadora y cariñosa) de hace años, pues...)

    A mi me gustan más los claveles (sobre todo los blancos, o los amarillos; los rojos reventones son demasiado spanish;y los azul turquesa, que también abundan, me resultan detestables por aquello del artificio: la química)que el oro...

    Y de momento, pese a la crisis, que arrecia, mantengo la querencia.

    Gracias y...

    la Navidad es una vivencia infantil. Porque... sí, es una celebración de la Vida (montar un Nacimiento en invierno, buscando la pujanza de los colores y los aromas de las materias orgánicas, e intentando animar el desierto con un arroyito, la lavandera, los pastores y su fogata, los corderitos y demás...

    Recuerdo la emoción de construir todo aquello y lo mucho que disfruté con mis hijos, cuando ellos pintaban el decorado de fondo: léase EL FIRMAMENTO, con su luna y sus estrellas y...

    Merry Christmas, que se dice.

    Y muchas gracias por el seguimiento.
    A.

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  3. Ana, entradas como esta son tan desalentadoras... y son desalentadoras porque tienes razón. Bueno, dejemos un espacio, una ventana abierta, para la esperanza. Esperamos esa edición de Si te dicen que caí, que tendrá una prólogo extraordinario, y seguro que la edición será perfecta... aún recuerdo lo último que hiciste para Cátedra, a parte de Moratín, a parte de la novela de Rosalía... esa El mercurio que reivindicaste en una edición perfecta y que trabajamos en aquellos cursos de doctorado en petit comité... (bueno, lo de petit comité es mucho decir, habría unos 40 alumnos en aquella clase, pero naturalmente acostumbrado a los 200 de las clases normales, los 40 sonaban a familia bien avenida...). Y lo que dices sobre Casavella, ese Ubi Sunt? que entonas, cuánta razón tienes.
    Nos queda Tatuaje, que ya es mucho, como consolación y brindis.

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  4. Ramon...
    O tempora, o moris...
    Sí, a mi edad depotrico de las clases masificadas (sobre todo, por lo de los agravios comparativos: las mechas y el good look que lucen algunas pese a su edad, frente a mis ojeras y arrugas y...), pero en el fondo os añoro...
    Añoro la posibilidad de que, frente a la inclemencia de las señoras de la limpieza (¡uy, uy, uy... voy a rozar lo políticamente incorrecto), que nos echaban del aula a escobazos, con una contundencia (autoridad) que...
    no quiero decir que para mí querría , pero...

    It'S a What?...
    Machado, domani

    Pero Ramon... piensa en el partido que Marsé le sacó a la copla de la Piquer al "montar" el personaje de Marcos Javaloyes.
    Otra cosa es que resulte árido explicar esa intrahistoria que formaba parte de nuestra memoria....

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