lunes, 29 de abril de 2013

VOLANDO VOY...

.... VOLANDO VENGO, VOLANDO VOY...

Ya habrá ocasión, espero, de homenajear como es debido a Camarón... en lo que le toca.
Pero es lo cierto que estoy muy encerrada en Asturias... elucubrando.
Por eso os tengo tan descuidados. Sorry!
He conseguido organizarlo de tal modo que puedo evadirme unas semanas...
Aún así, atiendo a mis muchas obligaciones académicas... tal un Congreso rosaliano,,,  esta vez en el mismísimo Santiago de Compostela.


  
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Disfruto de Santiago, la ciudad del amor para mis padres, que aquí vivieron su viaje nupcial...
La frecuento a menudo, pero no había tenido ocasión de ver el asombro de los tulipanes anaranjados en los arrietes de la plaza Cervantes y otros recuadros (Fonseca) en este abril...

http://flores.florpedia.com/images/tulipanes-imagenes.jpg?phpMyAdmin=RTRRHfA2I9v%2CQw0gg%2CdyQfi11e6                 

Tampoco supuse que, tras tantas gaitas ruidosa, de repente , en una de las esuinas fuese a encontrarme el agudo silencio de una chirimía que repetía, en un agudo silencio, el grtito alegre de la Alleluya





Tampoco había gozado de la posibilidad de "inspeccionar" el Pórtico de la Gloria... que como no hay presupuetso para seguir con la restauración pero se aprovechan los andamios...puedo ver, y casi rozar, la piedra con la nariz....


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Desde Santiago regreso a Barcelona, a hundirme.
De inmediato me meto en los Mèlies... y os recomiendo (que no suene a pretencioso, pero es que estoy recién llegada) "Efectos Secundarios"...

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Por lo demás, en estos días de ausencia he averiguado que...
Hay un nuevo recoveco legal ("ruptura en la cadena de custodia", o algo así, refiriéndose a las pruebas de sangre ) que beneficiará a Ortega Cano... que Tito Vilanona no soporta a Villa (¡Una humillación!, comentaban los culés tras el partidillo de ida de la Champions, al preguntar por los cambios y...
So long....
Del resto, ni hablar!)



sábado, 20 de abril de 2013

DALÍ FOREVER



Llega la magna exposición daliniana que se inauguró en París.
Soy de aquellas que aprecia (casi más que la pictórica) la obra literaria del controvertido "genio". Por eso me apresuro a rescatar aquí uno de aquellos tomos, cuya reseña me ocupó en su día.

COMO OLAS DE CARNE

Hace tiempo, mucho antes de que apareciera este impresionante y bellísimo volumen que reúne los escritos –poesía, prosa, teatro y cine- de Salvador Dalí, se oyeron algunas voces, como la de Enrique Vila-Matas, que sostenían que Dalí ante todo fue un escritor y después un discreto pintor, según él mismo afirmaba. Repito: mucho antes de que apareciera este volumen de mil y pico páginas que contiene la totalidad de los escritos dalinianos –algunos originalmente en francés y catalán-, ahora reunidos, presentados y anotados por Agustín Sánchez Vidal.

La impresión del lector es bastante curiosa. Uno se acerca a este tomo con la imagen del Dalí-Dalí, y en las primeras páginas lo que encuentra son unos poemas de inequívoco resabio machadiano, como los de estos versos: Los reflejos de un lago…/ Un campanario románico…/La quietud de la tarde moribunda… (“Cuando los niños se duermen”), o el inicio de la prosa “Tardes de verano” -Era una clara tarde de setiembre-, un relato de adolescente enmarcado en el paisaje ampurdanés natal. También, lógicamente -o amorosamente, más bien-, se encuentra el lector con versos muy próximos a los del primer Lorca, como los del poema “Lunas de una noche de amor”, que empieza: Esta luna pasa por un lago puro/ sin estrellas / ¿dónde están ellas?/ están con las nubes de algodón/ y con el mar con pocas olas.

Pero vamos pasando páginas y van pasando también las primeras impresiones cargadas de impurezas para, enseguida, encontrar al Dalí que, tras leer el Romancero gitano de Lorca, le escribía a su amigo sobre la necesidad de romper con el impresionismo en poesía, de salir de la sensación que atenazaba a tantos poetas del grupo del 27 (aunque algunos, los mejores, la recubrieran de humorismo a fin de no resultar demasiado románticos) para jugar con los conceptos, de recurrir a la ironía que para Dalí era sinónimo de desnudez, de ser claro, de ver límpidamente… Aflora, por consiguiente, el poeta moderno que siente que su época está rodeada de una belleza perfecta e inédita, y motivadora de estados nuevos de poesía. Aflora el poeta prendado de las cosas, de las cositas y de las cositaes (léase el espléndido “Poema de las cositas”), el poeta enamorado de la realidad externa y objetiva  (“sólo en lo objetivo veo el estremecimiento de lo Etéreo”, afirmó), que proclama la evasión de lo acostumbrado (de la “realidad anti-real y convencional a que nos ha acostumbrado el arte puerco”), que desenmascara y denuncia cualquier forma de putrefacción, por más exquisita e incluso intelectual que se manifieste aquélla, dado que a Dalí el presudointelectualismo le revienta tanto como el roñoso sentimentalismo. 

Vamos pasando páginas y más páginas… Irrumpe el poeta cuya mirada está llena de la fría afluencia de imágenes inconscientes, el Dalí que canta con toda su alegría antiartística el mar cubierto de hormigas aladas, los pechos extraviados de Lidia, la sibila de Cadaqués, el vuelo lleno de crueldades de las palomas de ojos vacíos, el gran bazar viviente de las ferias y verbenas populares de Madrid (que nadie pintó mejor que Maruja Mallo, apostillo), el grillo, la arena, el maíz y la langosta, las morbideces dormidas de los lavabos y las dulzuras de los finísimos cortes del bisturí sobre la curvada pupila. 

Es también el Dalí que cantará infatigablemente los ojos-ano de Gala, pasando desde la exaltación a la elegía compuesta tras la muerte de su personal Musa-Gradiva.  Y aún aflora al final otro poeta: el que compone una oda a esa “verticalidad metafísica del pueblo español”, la monarquía.

La celebrada Santa Objetividad que Dalí proclama y practica nos lleva a descubrir a un poeta (y él lo es, y altísimo, escriba en verso o prosa, para la pantalla, las tablas o el libro) rotundamente apolíneo, en contraste con la disparatada y dionisíaca  imagen que de la persona Dalí (el histrión) solemos tener. Léase, sino, “Pez perseguido por una uva”. Pero léase, como él le recomendaba hacerlo a su amigo Federico García Lorca: muy despacio, y con una perfecta monotonía en la voz, con completa inexpresión, como se leen los libros de lecciones de cosas. Únicamente así apreciaremos lo que él más buscaba: una poesía ajena al común propósito de ilustrar o mostrar las cosas en su faz aunque bella y/o nueva todavía previsible y conformista. Porque la suya es una poesía que sólo tiene sentido en la evasión de las ideas que nuestra inteligencia va forjando artificialmente hasta dotarlas de su exacto sentido real. Por eso Dalí habla y hace Anti-Poesía, que es el dato  estrictamente objetivo que se obtiene mediante un riguroso método analítico. 

El surrealismo será sólo uno de los medios de esa evasión a la que el poeta tiende. El lector encontrará en estas páginas algunos otros, de los que abundan excelentes muestras: los guiones cinematográficos “La cabra solitaria” y “Babaouo”, sin ir más lejos. 

Y, claro, para los amantes del Dalí pintor, será sin duda un gozo hallar en estas páginas la dilatada expresión de sus lienzos en textos como “El gran masturbador” (poema posterior al cuadro de 1929), “El amor y la memoria”, “Los misterios surrealistas de Nueva York” … o tantísimos más.



SALVADOR DALÍ: Poesía, Prosa, Teatro y Cine.
Introducción y notas de Agustín Sánchez Vidal. Barcelona, Destino, 2004. 1289 páginas.

domingo, 7 de abril de 2013

EN MADRID (Próximamente)


Imagen del acto


La primera conferencia se centrará en la poesía de Rosalía de Castro. Asimismo, se revisarán las distintas imágenes e interpretaciones de Rosalía, así como el legado rosaliano en los poetas. La segunda conferencia estará dedicada a su obra en prosa revisando el drástico cambio que va de La hija del mar (1859) y Flavio (1861) a El caballero de las botas azules (1867).

Programa de las conferencias

  • Martes 9 de abril
    Un alma y un paisaje. La vida y la poesía de Rosalía

    La primera conferencia se centrará en la poesía de Rosalía de Castro (tanto la escrita en lengua gallega como la escrita en castellano), analizando los temas principales de la misma, que con el tiempo van conformando una sensibilidad y un mundo poético muy personales, atendiendo por igual a cómo progresivamente la autora moldea y depura una mirada, y forja un lenguaje poético inconfundible. Asimismo, revisaremos las distintas y sucesivas imágenes e interpretaciones de Rosalía: la “romántica” –la poeta sensible, dulce, frágil, melancólica y casi plañidera: “a santiña”- y la “social” -que incluye el impulso nacionalista-. Destacaré el legado rosaliano en los poetas que poco después contribuirían a una decidida renovación de la lírica española (Unamuno, Antonio Machado, Juan Ramón Jiménez) y atenderé también a los escritores-viajeros (Azorín, Eugenio d’Ors, C. J. Cela, Álvaro Cunqueiro, Cees Nooteboom) que, al recorrer aquellos enclaves galaicos, evocan y marchan y meditan con el recuerdo de la escritora, incorporando a sus crónicas la poesía del paisaje que Rosalía forjó.
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  • Jueves 11 de abril
    La obra en prosa de Rosalía de Castro: del almibarado folletín a la ironía y la sátira
La segunda conferencia estará dedicada a la obra en prosa de Rosalía de Castro (cuentos, piezas de costumbres y novelas), revisando el drástico cambio que va de La hija del mar (1859) y Flavio (1861) a la extraña y proteica novela El caballero de las botas azules (1867), tan hoffmanniana como cervantina y escasamente comprendida. Especial atención dedicaremos ahora a los personajes femeninos y a la problemática condición de la mujer (y los alegatos feministas de la autora), así como a la sátira social y la proyección utópica en este otro impar caballero u “hombre nuevo”, burlón y sarcástico, que lanza una proclama de libertad en los albores de la Revolución de 1868.



Fundación
Juan March


Castelló, 77. Madrid

Salón de actos.
19,30 horas.