sábado, 22 de marzo de 2014

CAT: ENMERDADOS

Toda la semana anterior la pasé con ganas de apostillar aquí lo que se iba desenvolviendo en nuestro parlamento catalán, cuyos incombustibles miembros debatían sobre pobreza y otras miserias... cuando un virus (¡vuelven, aviso! Y como siempre, estos heraldos anuncian el frío) me atacó las llamadas vías altas... dejándome los ojos inhabilidados por una feroz conjuntivitis.
 
Mientras tanto, en nuestra tierra proseguían los pequeños sucesos porque... ya lo cantó el poeta, el meu país es tan petit... Y vaya por delante que no hay metáfora de por medio, ya que los ganaderos de Lleida, ante el cierre de las plantas depuradoras y del tratamiento de los purines, se ven abocados a verterlos directamente en la tierra. Hasta hace poco, los ganaderos enviaban parte de los excrementos que generaban los cerdos a una planta que, además, generaba energía "limpia", pero esto se acabó debido a la reducción de las primas para la producción energética .... y bla bla bla.


http://guijuelonoticias.files.wordpress.com/2012/01/granja-de-cerdos1.jpg
                               

Pese a que desde el Departament de Agricultura aseguran que hay alternativa a medio plazo, de momento  ganaderos catalanes están enmerdados...
Como la tierra. Como el resto (bueno, no tanto) de la población.


http://www.eladelantado.com/imagenes/noticias/17-1-flo(1).jpg 

P.S. Este es el inicio de una serie con denominación de origen.

lunes, 10 de marzo de 2014

LEOPOLDO Mª PANERO

Sigo algo ensimismada y pensativa, tras la noticia del fallecimiento de Leopoldo Mª Panero, el pasado jueves 6 de abril. No sólo porque era otro poeta novísimo que se nos va, sino por ser el que Ana Mª Moix apreciaba y valoraba como el mejor del grupo o de su generación.
La poesía los unió en su juventud y ahora el azar.....


Lo leí tempranamente: primero Teoría, en uno de los tomitos de Lumen, en la misma colección donde también descubrí al Azúa de Edgar en Stephane No time for flowers, de Ana María Moix.
 Y en esta tarde soleada y amable he releído Papá, dame la mano que tengo miedo (Cahoba, 2007), libro de título valiente estremecedor, según reconoce Ana María en el Prólogo que lo acompaña, y que anuncia ya el lacerante verbo de Panero. Y sigue:
"En realidad, y aunque seguramente no lo sepa, quizá [el lector] acuda a la lectura de los textos de Panero en busca, precisamente, de quedarse helado, o mejor dicho, de que algo o alguien le deje helado, casi al borde del sinsentido y de la muerte, de la muerte en estado consciente, para no perdérsela como se perderá la propia el día que le llegue. Quedarse helado por el pánico, por la belleza, por el terror, por la ternura, por la carcajada infernal del verbo de Leopoldo María  Panero es la única posibilidad que tiene, hoy en día, de rozar el cielo de lo sublime y quemarse..."


Lo leí acompañado también de ese prólogo luminoso, donde AMM nos invita a leer a este LMP rabioso, iconoclasta, desesperado, cargado a veces de un humor más que negro, subversivo, virulento... pero carente de odio, sólo estremecido por "la hermosa insatisfacción de quienes aún viven transitados por la nostalgia del paraíso insensatamente perdido".

 Y para acabar de reordarlo, este fragmento en que Leopoldo María panero dialoga con otro de los poetas que más releo:

A Claudio Rodríguez, recordando el día en que, con un
cigarrillo temblándole en los labios, me dijo, en el Drugstore
de Fuencarral, «a esta gente hay que ganarla».

Aun cuando tejí mi armadura de acero
el terror en mis ojos muertos.
Aun cuando con mano blanca y nula
hice de silencio tus orines
y la nieve cae aún sobre mi cuerpo
pese a ello se impone un silencio aún más hondo
a los clavos que habían horadado mi cráneo:
aun cuando sean huesos quizá lo que no tiembla
aun cuando el musgo concluye mi pecho
el terror remueve las cuencas vacías.

sábado, 1 de marzo de 2014

ANA ( MARÍA MOIX )

Estaba triste  y abatida desde que supe que Ana se encontraba ya en un estado irreversible... cuando me confirmaron que fallecía ayer viernes por la noche, y que debía escribir algo en una hora, trazando su trayectoria literaria, ya que era previsible que sus numerosos amigos glosaran a la inolvidable persona (no sólo mujer), y se trataba ahora de no soslayar su perfil de escritora, del que tan poco se ocupó, como nos recuerda hoy Juan Cruz en la página que compartimos en El País.



Recurrí a la valeriana  para dormir unas mínimas horas, pero hoy ya estoy maquinando qué podemos hacer.

                              Muere Ana María Moix, poeta de la ‘gauche divine’ | Cultura | EL PAÍS