miércoles, 27 de febrero de 2013

LEGALIDAD

  





Dentro de la consternación general por todo lo que está pasando, aquí y en Italia, me quedo quietaparada (como dice un amigo sevillano) al averiguare que también en Can Barça tenemos un once "legal".
Hace tiempo que me muerdo la boca y no hablo de las bambalinas azulgranas, muy llamativas desde el otoño pasado. Como el lenguaje es lo que me interesa siempre, me maravilla ver cómo argumentan los contertulios oficiales  y portavoces institucionales; es decir, cóimo se desgañitan los voceros de su amo.
Desde el otoño estoy mosca con el trato que le han dado a David Villa.




Que si necesita tiempo, que si su lesión ha sido muy grave, que hay que ir poco a poco...
Todo esto argumentaban cuando el guaje, convocado por la selección, no fallaba; o marcaba su golito en el Barça pese a concedérsele 15 miserables minutos.
¡Ah!, es que el señorito Cesc (por aquella) declaraba pomposamente a la prensa que llevaba muy mal lo de estar en el banquillo.
Y digo lo de señorito a conciencia. Ha hecho buenos partidos pero si acudimos a las estadísticas... ésas que están manejando hoy (los porcentajes de posesión), ejem ejem... Me reafirmó en la impresión cuando vi el famoso anuncio (que celebraron los contertulios oficiales y... me intrigó, así que lo vi... un par de veces: bastaron para reafirmarme): qué sonrisa... ridículo tenerlo allí... no sabía ya no qué hacer sino donde ponerse... Y el temor con que se arrima a las gambas...




Y Alexis...todos sabemos que es tan buen chico (al parecer cuando llegó aquí sólo Messi lo entendía: verbalmente hablando), que hay que seguir teniendo paciencia con él y darle tiempo (un tiempo de distinta naturaleza, claro). Y hasta se celebraba la obediencia del muchacho, que en situaciones clarísimas (de oportunidad de gol), se daba la vuelta y buscaba... o bien, por el contrario, la pifiaba porque es tan impulsivo...
Llevaba así una temporadita y mis contertulios del Summum (el bareto adonde me bajo a ver los partidos) al principio me miraban respetuosamente (quizá por la edad), pero sin decir nada... La composición podría parecer previsible. Ahora ya no me silencian... Han pasado mientras tanto varios partidos... en algunos de los cuales (quizás con el Granada allí: no llevo yo las estadísticas), el público (incluso el ajeno) nada más ver calentar a Villa, empezaban a jalearlo.
Hoy, clamorosamente, el Camp Nou empezó a corear Villa, tras el desastroso rumbo que llevaba la cosa.
Yo en el intermedio siempre me subo a mi casa (prefiero el aseo propio) y luego me bajo. Para mi sorpresa, pese al pésimo rendimiento inicial de Cesc, Pedro y otros, seguía imperturbable la alineación legal.


Pasó lo que pasó. Vengo de mi tierra. En el vuelo, al lado, tenía un joven gijonés que, dada la temperatura, a los diez minutos se sacó el suéter y apareció su camiseta blaugrana. Empezamos a hablar. Venía con un amigo. No protestaba de nada sino de lo mucho que les costaba sacar la entrada para partidos ocmo éste (se vuelve mañana en un vuelo ultramatutino). El otro compañero de asiento, un emigrante andaluz que volvía de pasar unos días en Asturias, le explicaba, ya cuando desembarcamos, cómo ir al Camp Nou en transporte público. Y el guaje dijo que no, que total para una vez, cogían un taxi entre los dos porque mejor llegar allí pronto y comer unos bocadillos y unes cocacoles y disfrutar del ambiente.
Lo recuerdo ahora, mientras los merluzos-lacayos-oficiales critican la rueda de prensa de Casillas y especulan con Neymar.
¡Ay! Yo me vengo de mi Asturias derrrotada y sufrida donde la gente devora centollos a precios ultra -¿o era hiper, el prefijo de los pijos?- populares.


miércoles, 20 de febrero de 2013

LA ESPANTÁ

Llega un nuevo documento, firmado por el médico canadiense Norman Bethune, voluntario brigadista, de la tragedia sucedida durante la evacuación de la población civil de Málaga, en febrero del 37, que fue una auténtica carnicería, atrapados como quedaron cientos de miles de personas a lo largo de 200 kilómetros (por la carretera a Almería) entre el mar (desde donde les lanzaban cañonazos) y la montaña (bajo los bombardeos alemanes). Los testimonios del doctor Bethune están ahora editados por la editorial Pepitas de Calabaza, con el título Las heridas.
Yo había leído numerosos testimonios, pero es como si cada nuevo relato intensificase lo ya conocido, que tiene una de sus cumbres en dos cuentos de Max Aub y Chaves Nogales, entre otros).



Quizá por ello, cuando en mi novela El pulso del azar hube de reconstruir ese episodio, opté porque mis personajes siguiesen otra ruta; aun así, van recordando el horror, cuando, ya refugiados en Barcelona, saben del bombardeo de Guernica (del que sí se ha hablado mucho): Reproduzco el final de la escena coral:



 -En cuatro días llegamos aquí y enseguida nos acogieron –añadió, expresando a continuación su gratitud. Luego empezó a frotarse una mejilla, preocupado-. Y ahora vendrán un buen puñado más, calculo, porque también será grande la espantá por allí, hacia Bilbao…
     Y de nuevo empezó Rafael a recordar la agonía de la ciudad y el éxodo del pueblo malagueño, un relato inacabable punteado de espesos silencios conforme se acercaba al dramático desenlace de aquella retirada apocalíptica, la primera de las muchas otras que se irían sucediendo en un imparable goteo: más de doscientas mil personas huyendo hacia Almería por la carretera de la costa, mezclados tropa y población; los automóviles repletos de personas iban muy despacio, al paso de los burros, cargados de niños y de viejos y de enseres domésticos; la masa se desplazaba a pie, con sus hatillos de ropa y sus cestos y canastas, arrastrándose por una carretera polvorienta: a la derecha, el acantilado que caía a pico sobre el mar; a la izquierda, un terraplén donde era imposible refugiarse de las bombas y la metralla. Días y noches sin cesar el fuego: desde el mar, desde el aire. Fue una matanza. Cincuenta mil cadáveres pudriéndose en aquella carretera.

Málaga arada por la muerte
y perseguida entre los precipicios
hasta que las enloquecidas madres
azotaban la piedra con sus recién nacidos.
Furor, vuelo de luto
y muerte y cólera…


   Neruda tenía razón en el poema que les dedicó a las tierras ofendidas: nada, ni la victoria borrará el agujero terrible de la sangre: nada, ni el mar, ni el paso de arena y tiempo, ni el geranio ardiendo sobre la sepultura.
                                 

jueves, 14 de febrero de 2013

NEGRURAS

Ignoro si será debido a algún oscuro recuerdo de infancia (las máscaras, como así se llamaba a los disfrazados, acostumbraban a llamar a las puertas al atardecer, iluminados por pequeñas antorchas, y lo primero que se veía desde el zaguán eran rostros o facciones agigantados en su exageración pintarrajeada) o a las sucesivas lecturas sobre la España Negra (demoledoras por parte de Regoyos-Verhaeren, Valle-Inclán, Gutiérrez Solana, Ramón... y demás, incluidos los precedentes goyescos: Valdés Leal), el caso es que nunca fui muy entusiasta del Carnaval. De joven fui a uno multitudinario organizado por los ácratas en el Poble Espanyol, creo recordar, y luego ya me limité a cumplir con mis obligaciones maternales. En los niños sí tiene sentido: no hay turbiedad ninguna (ni los soterrados afanes de signo entre devoradorar y revanchista, según) y siempre, independientemente de cuál sea el ropaje que visten, hay en las caras infantiles una diafanidad de cristal...

Pensaba en todo esto el pasado viernes, cuando por la tarde llegó mi hijo mayor (nos hemos quedado solos, tanto él como yo, unos breves días) y empezó a contarme lo guapísimo que estaba un niño de dos o tres años (iba a hombros de su padre), vestido de cocodrilo...

Por eso a mis hijos los llevé a Venecia: sensualidad, refinamiento, luz, artificio y lo que se quiera, pero... todo tiende hacia arriba, en impulso de elevación.

                                      

Seguramente lo pensaba dolida por lo que está pasando en el país.
(Y ensombrecida por la noticia  de la desaparición de otra de las voces más lúcidas que acompañaron mis años de formación: Eugenio Trías.)
Y hasta llegué a pensar, en el retiro de estos días, que, dada la naturaleza de la mojiganga nacional, nuestros próceres deberían desfilar públicamente vestidos de lo que en verdad son y que todo el año ocultan y enmascaran. Y deberían bailar en las plazas a ritmo convulso, retorciéndose descoyuntados, la risa equinal tan rotunda como sus carcajadas broncas. Y nosotros cantarles las viejas cantigas de escarnio e maldidez.

                         


Estamos en el territorio de la farsa, y ya somos incapaces de pronosticar qué nos depara el inmediato día de mañana. Aquí en Barcelona acaba de clausurarse la Semana Negra (dedicada a la novela policíaca) y la realidad nos obsequia con una de espías y ladrones.



                            


P.D. Hoy entierran la sardina, pero yo me zampé un chuletón. Estoy cansada.

jueves, 7 de febrero de 2013

ENSALADA (MIXTA)


Aparte de lo que va coleando por el país grande, aquí en el petit, en Cataluña este lunes nos hemos desayunado con la noticia de un fraude millonario del IVA en los comedores escolares que tiene como resultado de las primeras diligencias abierta, la imputación de los presidentes de la Fundación Catalana del Esplai y otros honorables que presiden entidades cuyas siglas os ahorro.
 (Se han suprimido casi en totalidad las becas-comedor)





Supimos ese mismo día que el aumento de portavoces en el Parlament Catalá costará más de 196.000 euros. Y que una multinacional de servicios a empresas gestionará el casal (centro) infantil "El Drac".
Y también ¿anunciaban? que las autonomías seguirán recortando en educación y sanidad por la caída de recursos.
El martes sabíamos de la imputación del delfín Oriol Pujol por tráfico de influencias y...  Y también averiguamos que CIU ascendía al alcalde de Cercs Ferran Civil, imputado en tres causas judiaciales por delitos urbanísticos, a vicepresidente primero de la Diputación de Barcelona. Y que la Audiencia Nacional reducía la fianza de Díaz Ferran, el expresidente de la CEOE. También averiguábamos el martes que en 2010 Antifraude ya había alertado de "posibles graves irregularidades" en los comedores escolares. Por otra parte, la dirección del PSC respaldaba el regreso de Bustos a la alcaldía de Sabadell, y aquí paz y después gloria.
E·se día pensé que el artículo de Enrique Vila-Matas "Nuestra salvación" me eximía de mayores comentarios.

http://cultura.elpais.com/cultura/2013/02/04/actualidad/1360003557_964451.html

Como también le agradecí mucho a Elvira Lindo el día siguiente, miércoles 6 de febrero, su columna "Un plante", en la que mostraba ideas para una posible acción. Yo me confieso exahusta.

http://elpais.com/elpais/2013/02/05/opinion/1360086119_310651.html

Y es que además de las noticias sobre B y sus cuentas o apuntes en la libretita, ese miércoles 6 de febrero había ido reconfortándome con otras novedades sobre otro  Jordi  pujolet, los trapicheos del empresario Bagó en el Consorcio de Salud y Social de Catalunya, sobre el perdón de tributos por parte de Xavier Crespo (también tenemos nuestro Crespo en el pequeño país) a la mafia rusa de Lloret...
Queda el consuelo de que ese día el presidente More convocaba una cimera (cumbre catalana y en catalán) sobre la corrupción. Y es sabido que también las banderas, como los árboles, pueden impedir ver el bosque.




Por el contrario, ese día sabía que la denostada Merkel se proponía achuchar a los bancos y marcarles el territorio (esas simbólicas líneas rojas que tan infructuosamente invocan aquí) y el caminito al talego caso de que se desvíen y quieran volar especularmente....
 Hoy jueves ya no os cuento...
La única noticia amable estos días fue la referente a la próxima aclimatación de un reality que responde al nombre de SMARTCHEF. Entrevistaban a los que se alineaban en la cola de aspirantes sobre sus expectativas y la periodista nos comentaba asombrada de los numerosos varoncitos (arquitectos, comerciales, abogados...) ilusionados con las perspectivas.
Sonreí y pensé, qué incauta.
Sonreí porque había estado releyendo a Cristina Fernández Cubas, que ahora se estrena como Fernanda Kubbs. Tenía que reseñar su nueva novela (ya os hablaré una vez publicada la reseña)
                     


y también repasar su anterior trayectoria, para ligar un poco todo. Y al releer, topé con estas magníficas líneas de "El salón", perteneciente a su muy singular libro Cosas que ya no existen:

Para preparar una ensalada se necesitan cuatro hombres.
                un tacaño para la sal
                 un generoso para el aceite
                  un prudente para el vinagre
                   y un loco para revolverla.

Y me quedé pensando. Yo tengo tres hombres en casa (en realidad, ahora sólo dos, y pronto sólo uno) y quizá  por eso nuestras ensaladas suelen resultar sabrosas, apetitosas...
¿Qué hombres necesita el país para revolver -de verdad, a fondo- la ensalada nacional?

domingo, 3 de febrero de 2013

A VUELTAS

Aprovechando un hueco en la agenda, y dada la generosidad con la que Manuel Rico se ofreció a organizar algo en Madrid sobre mi novela, me fui allí unos días, antes de conocerse la nueva infamia.
Me fui bien cabreada, tras conocer las ideas de don Mulo pero no tuve tiempo de sacar una entrada (que iba a titular "Emolumentos"), entre otras razones porque tuve que llenar varios aplicativos y jurar sobre la veracidad de los datos bancarios aportados y algunos otros, ya que me han invitado a participar en una supracongreso internacional dedicado a Rosalía de Castro, en Santiago y en abril, y a un curso universitario en Barcelona y en julio, por cuya participación percibiré, respectivamente, 170 y 200 euros brutos.
Ignoraba lo que se estaba desatando en Madrid, así que pasé unos días de descanso entre amigos.

La presentación de El pulso del azar en la librería Rafael Alberti el martes 29 de enero fue un éxito (al decir de los que conocen el escenario), y a mí me gustó disfrutar de la presencia de algunos amigos, entablar coloquio con lectores desconocidos y gozar de un espacio muy singular.


                                       

Regresé a Barcelona y atendí a mis obligaciones docentes y ya el sábado, en pleno tsunami sobrecogedor, decidí acudir a la convocatoria sindical. No había estado en la célebre capuchinada del 66 así que no era la nostalgia la que me movía hasta Sarriá. Además, me gustó mucho el cartel.



                                      


La asistencia no estuvo mal, aunque faltaba la juventud, que es la más cautiva del actual estado de cosas.
Un catarro me obliga a recluirme y paso horas ante las pantallas. Y lamento que de la cartelera hayan ya retirado la hermosa película "El molino y la cruz", de la que sólo vi alguna secuencia del tráiler, que me habría dulcificado el alma y traído algo de sosiego.
El País de hoy me trae una noticia triste: la desaparición de Agustí Fancelli. Vale la pena recordarlo a través de quienes fueron sus amigos y colegas.

El Pais 03.02.2013 Vidal-Folch Llaurar recte, girar rodó

viernes, 1 de febrero de 2013