miércoles, 22 de junio de 2011

Universidad



Este mediodía, al leer en El País la información sobre el autoaumento de sueldo del próximo alcalde (¡SOCIALISTA!) de Mollet del Vallés en un treinta y tantos por ciento, pensaba en lo de la Información como Cuarto Poder. Si se supiese antes, ¿no podría montarse una guardia (¿roja? ¿pretoriana?) ante el espacio y...?
Pensaba en concretas acciones posibles capaces de detener tanto agravio, como sucede con los deshaucios.
Aún recuerdo con ternura el momento en que, como primer y rudimentario balance del 15-M se esgrimía la detención de un desahucio y ahora, al cabo de un mes... ¿cuántos se han impedido?
Bien, el caso es que meditaba sobre ello y pensaba en la necesidad de activar el Diccionario Crítico.
También en mis obligaciones.
De modo que abrí el correo de la UB porque estos días son... apremiantes.
Salté un correo, éste:

Benvolgudes i benvolguts,

Per a la vostra informació:

Ajornat l’acte de lliurament de la Medalla d’Or a l’expresident Jordi Pujol

L’acte de lliurament de la Medalla d’Or a l’expresident Pujol, previst per demà dijous a les 13 hores, ha quedat ajornat per tal de preservar la naturalesa acadèmica de l’acte.

La UB lamenta els destorbs que aquest fet pugui causar i s’emplaça a trobar una nova data per a la cerimònia, que es comunicarà oportunament.

Salutacions,

Gabinet del Rectorat Universitat de Barcelona




Lo rescaté cuando, columnas después, leía:



ALS ESTUDIANTS, PAS i PDI DE LA UNIVERSITAT DE BARCELONA

Amb motiu de l'entrega de la medalla d'or de la UB a l'expresident de la Generalitat Jordi Pujol, amb la presència de l'actual president Artur Mas i del Rector Dídac Ramírez,
L'ASSEMBLEA UB CONTRA LES RETALLADES fa una crida i us anima a participar en la concentració de protesta que tindrà lloc demà dijous 23 de juny a les 12,30 hores en la porta principal de l'Edifici Històric de la UB de Plaça Universitat. Aquesta concentració també està convocada per la Plataforma Unitària en Defensa de la Universitat Pública (PUDUP).


L'ASSEMBLEA UB CONTRA LES RETALLADES és fruit de l'acte de protesta celebrat el passat 7 de juny davant del Consell de Govern, en el que membres del PDI, del PAS i estudiants van exigir al Rector la seva presència en una assemblea oberta a tota la comunitat universitària. Aquesta assemblea, que es va celebrar el passat 16 de juny amb la participació de més de 300 persones, va servir perquè diferents membres de la UB poguessin fer preguntes al Rector i opinar sobre les retallades que s'estan produint o es produiran en la UB.

El més aviat possible farem pública l'acta o el resum de l'assemblea, però en una primera valoració feta per L'ASSEMBLEA el passat divendres 17 de juny vam constatar la manca de voluntat política del Rector de la UB per fer front a les decisions del govern de la Generalitat que constantment retalla el finançament de la UB i de la resta d'universitats públiques de Catalunya. Malauradament el Rector de la UB assumeix la política de retallades com a mal menor dintre del context socioeconòmic europeu que dominen els "mercats" i les institucions financeres internacionals, i només aspira a que la Universitat de Barcelona sigui maltractada econòmicament en els mateixos nivells de reducció de la despesa que els ensenyaments de primària i secundària o de la sanitat.


Trist és el paper que juguen els rectors i rectores de les universitats públiques de Catalunya. Per molt que insisteixin en que les seves decisions estan dirigides cap a la defensa d'una universitat pública i de qualitat, a ningú se li escapa que realment estan fent de gestors conscients de la crisi que arrossega inexorablement cap a un sistema universitari cada vegada menys públic i de menys qualitat.


L'ASSEMBLEA UB CONTRA LES RETALLADES vol sumar esforços per evitar les retallades econòmiques que pateix i patirà la UB. En aquest sentit les reivindicacions més immediates passen per exigir cap acomiadament de cap persona del col·lectiu de PDI o de PAS, la congelació de les taxes de matrícula i el manteniment de la segona convocatòria. A aquestes reivindicacions l'ASSEMBLEA afegirà d'altres que seran la pedra angular d'una veritable universitat al servei de la ciutadania del nostre país.


Salutacions cordials



ASSEMBLEA UB CONTRA LES RETALLADES



¡Ajá, me dije!

P.D. No hablé aquí de ello, por falta de tiempo ( y de ilustradores), pero me fui a la Plaça Sant Jaume cuando se concentraban los jóvenes profesores precarios. Fue idea de los de nuestra Facultad (algunos, ex-alumnos míos) pegarse a la espalda una fotocopia de sus nóminas. Y era de ver el pasmo y la incredulidad ante las cifras.
Continuará.

domingo, 19 de junio de 2011

19-J



¡Qué suerte que las temperaturas hayan aflojado algo y la convocatoria para acudir el 19-J (¡a las cinco de la tarde!) a la concentración urbana resultara bastante llevadera.
Porque había pasado unos días en estado casi letárgico (soy hipotensa y el calor lo agrava todo), pese a la agitación que me rodeaba.
Hubiera querido escribir sobre la desmesurada reacción informativa en torno a los sucesos "del Parlament", pero el mismo día 16 me reunía a almorzar con unos amigos y sabía que uno de ellos había escrito un artículo sobre el tema, que a mi modo de ver no tiene desperdicio

Ignacio Vidal-Folch: Desperta, Ferru sola! (El País-Catalunya, 18-VI-2011)
http://www.elpais.com/articulo/cataluna/Desperta/ferru/sola/elpepiespcat/20110618elpcat_13/Tes

Y es que debe de ser que nuestros "representantes" no cogen el metro ni los trenes de cercanías porque en las imágenes yo no vi mucho más que achuchones y empujones; y también me creo lo que algunos vieron y otros (Oliveras) supusieron y denunciaron: lo de los infiltrados.
Por eso hoy me parecía importante acudir a la convocatoria, para demostrar que, pese a las maniobras y despliegues que demonizan al movimiento, sigue teniendo la suficiente representatividad para imantar a los miles (¡tan diversos!) que por allí nos reunimos.




Merodeaba curiosa (ante la imposibilidad de avanzar, dado el colapso de la ruta prevista) y leía las pancartas y... recordaba.
Y en fin, dado lo casposos y rancios y (aquí ponéis adjetivos) de ciertos diccionarios históricos, se me ocurrió que sería estimulante ir redactando aquí en el Blog un diccionario de ciertos términos muy recurrentes estos días y en otros periodos históricos, para el que solicito vuestra colaboración.
Me he decidido a ello al meditar sobre el modo de manipular el lenguaje, a la vista de (leyendo) las declaraciones de los ¿indignados? diputados.

P.D. El gracioso Artur Mas ha tenido el ingenio suficiente para, a las privatizaciones" anunciadas llamarlas "operaciones de colaboración con el sector privado".

martes, 14 de junio de 2011

SEMPRÚN


La noticia de la muerte de Jorge Semprún, si no me cogió de sorpresa, sí me cogió de viaje. No sé muy bien lo que se dijo o escribió aquí, en España. En Alemania (Berlín), donde yo estaba) desde luego se siguió cuidadosamente la noticia, hasta el mismo día de la despedida, el domingo 12 de junio.

Con la reproducción de esta reseña, quiero brindaros mi recuerdo.




El largo viaje (1963) es la primera novela de Jorge Semprún, merecedora del Premio Formentor y del Prix de la Résistance. Es el relato del viaje a la certidumbre de la muerte: el viaje en tren de Gèrard (nombre de guerra del joven combatiente de la resistencia, alter ego del autor), desde su salida de la cárcel de Compiegne con destino a Weimar, en cuyas cercanías se ubica el campo de concentración de Buchenwald.





Y es también la novela que contiene, implícito, el relato de otro viaje: el viaje a la vida, a la escritura. Y es que, releída desde la posterior trayectoria del autor y especialmente desde el ciclo de novelas de la anamnesis, El largo viaje se nos representa como una obra verdaderamente germinal, tanto en lo que se refiere a los rasgos formales como en lo relativo al haz de temas que se van sucediendo en este doble viaje: físico y mental, exterior e íntimo.






De la gestación y escritura de la novela tenemos hoy abundantes datos, revelados por el autor en ese libro tan fundamental para entender la obra de Semprún que es "La escritura o la vida" (1995), o bien en otros libros autobiográficos como "Adiós, luz de veranos…" (1998).





En el primero, habla el autor del modo en que fue escrita (“de un tirón, sin recuperar el aliento”) y del tiempo y el espacio en el que la escribió: en 1961 en Madrid, en un piso clandestino de la calle Concepción Bahamonde, cuando el joven Gèrard se había transformado en el militante y dirigente del PCE Federico Sánchez. En esa reflexión sobre las relaciones entre la memoria de la muerte y la escritura, revela también Semprún las causas de haber aplazado durante tanto tiempo el relato de este largo viaje a la certidumbre de la muerte: la necesidad de olvidar para después, desde la distancia, darse cuenta y poder así dar cuenta de todo ello (certeza ya expresada en la propia novela, si bien todavía sólo como una nebulosa intención), salvando, desde la lejanía y el silencio, lo genuinamente literario de un relato que de ningún modo debería convertirse en otro más de los previsibles relatos de ex-deportados que ya en 1945 empezaban a oírse. Al escucharlos, el Gèrard recién salido de Buchenwald, siente que jamás se prestará a quedar reducido al papel de superviviente, de testigo digno de fe, estima y compasión, y toma la decisión “de no hablar más de aquel viaje, de no ponerme jamás en situación de tener que responder a preguntas sobre aquel viaje. [...] Quizá más adelante, cuando ya nadie hable de estos viajes, quizás entonces tendré algo que decir”.Es lo que hará al cabo de diecisiete años: contar después del olvido. (Y no será casual que otra novela clásica -imperecedera- sobre esa experiencia, la tregua, de Primo Levi, aparezca también en la primavera de 1963, casi simultáneamente a El largo viaje. )
Del estímulo que al emprender la escritura supuso el recuerdo de la "Lettre sur le pouvoir d’écrire", que le había dedicado Claude-Edmonde Magny a propósito de los poemas juveniles del autor, también encontramos abundantes datos en la escritura o la vida y, sobre todo, revela allí Semprún la radical modificación del sentido de la muerte que experimentó a raíz de la publicación de su primera novela: “A partir de entonces, la muerte seguía estando en el pasado, pero éste había dejado de alejarse, de desvanecerse. Al contrario, se volvía presente otra vez. Empezaba a remontar el curso de mi vida hacia este frente, esa nada originaria”. Desde que escribió El largo viaje, declara el autor en Adiós…, “toda mi imaginación narrativa pareció imantada por aquel sol árido, rojizo como la llama del crematorio”, y aquella “mortífera memoria” más de una vez se interpuso en la de sus personajes. Una vez publicada, al sostener el volumen en su mano, siente que su propia vida ha cambiado: “Y uno no cambia de vida impunemente, sobre todo cuando el cambio se hace a sabiendas, con una conciencia aguda y clara del acontecimiento, del advenimiento de un porvenir distinto, en ruptura radical con el pasado, cualquiera que sea el curso que le está reservado”.



El relato de "El largo viaje" arranca in media res, en la quinta noche del mismo. El presente narrativo se cubre básicamente a partir de la conversación de Gèrard y el chico de Semur, personaje ficticio, cuya presencia y cuya voz –la de la razón- humaniza esa travesía transida de silencio, dolor, angustia, rabia, odio, muerte…Es el compañero en quien Gèrard se apoya, con quien comparte los incidentes del presente y los recuerdos de la vida dejada atrás. Narrativamente, es un contrapunto que enriquece el relato, porque es otra voz distinta, verbal y mentalmente hablando, que completa la del narrador y propicia nuevas meditaciones y recuerdos y hasta anticipaciones, al ser el tiempo de la escritura muy posterior al de los hechos del presente, cubriendo también el relato el tramo del silencio. Que ese vaivén de tiempos tan característico en la narrativa de Semprún -un ir y venir en el tiempo, entre anticipaciones y vueltas atrás, ininterrumpidamente, en una sucesión de capas de imágenes que se superponen pese a proceder de instantes o experiencias muy dispares- no es simple artificio retórico (derivado, por ejemplo, de la confesada filiación proustiana del autor) se advierte en la naturalidad con que sobrevienen y encajan en el discurso, pese al modo cada vez más brusco de los tránsitos (ya no sólo entre tiempos o momentos, sino entre instantes) y pese al ritmo acelerado con que se suceden. Y desde luego, a tal naturalidad contribuye igualmente la minuciosa disección de aquello que propicia la intervención de la memoria (objetos, gentes, espacios, sensaciones, etc.…), a cuyas vueltas y revueltas se entrega de buen grado el narrador, dejando fulgurar y germinar las coincidencias, las repeticiones, las recurrencias, los retornos a lo mismo.
Así pues, entre las líneas de ese diálogo entre Gerard y el chico de Semur, que va dando cuenta de la cotidianidad del viaje tanto en sus condiciones materiales como en el modo de vivirlo y sentirlo por quienes lo padecieron, la novela se abisma en la densidad de las reminiscencias, en una feliz articulación de memoria y voluntad narrativa. Leída hoy, advertimos la cualidad seminal de esta primera novela de un escritor que desde entonces ha cultivado como pocos esa reconstrucción del pasado personal y colectivo recurriendo a unos procedimientos narrativos que probó por vez primera en El largo viaje y alumbraron después obras espléndidas: la introspección, la búsqueda y el desarrollo de las imágenes perdidas, el análisis de los documentos históricos que apuntalan el marco social de los recuerdos…, convencido, como lo está Jorge Semprún, de que “toda narración es por naturaleza interminable”, porque la memoria no se agota ni se encoge ni nunca se vacía; la memoria se expande, “dilatándose en el espesor del tiempo acumulado”.
Y un último apunte. Hoy, que tanto se jalea la hibridación y el mestizaje entre los géneros narrativos, la mezcla de realidad y fiocción (faction), el intrusismo autobiográfico en la historia, etc., conviene insistir en que tales novedades y audacias las lleva poniendo en práctica Jorge Semprún desde 1963.



JORGE SEMPRÚN: El largo viaje. Traducción de Jacqueline y Rafael Conte. Tusquets Editores, 2004. 241 páginas.