martes, 2 de febrero de 2010

MIMOSAS

A las mimosas, de niña, no les daba importancia.
Formaban parte del paisaje cotidiano.
Pautaban mis pasos en el camino a la escuela.
Estaban allí, las veía por doquier (que se dice), y no necesitaba adueñarme de ellas.







Ahora sí. Ahora sí necesito apropiármelas.
Antes -si puede ser antes- de que llegue febrero, cuando crece la luz, necesito tener sobre la mesa-escritorio del recibidor de casa un buen ramo de mimosas: pese a la crisis, pese a las alergias de Martin, pese a lo latosas que llegan a ser cuando empiezan a secarse y se desparraman y esparcen sus "flores" y su polvillo...
Pese a todo eso y más (la mirada resignada de Lluïsa)...
no prescindo de esa llamarada de luz ni de su belleza, cristalina y minúscula.

Sé que el racimo de una mimosa puede llegar a ser enorme y desordenado, pero... hay invasiones aceptables.

(Me documento un poco y... cierta inquietud al leer que "como tienen raíces superficiales pueden presentar problemas de anclaje". Y me pregunto si será será...)

Además, ese nombre es precioso.
¿O no?
(Bueno, si lo pienso, a lo mejor me suena demasiado a burdel de lujo: quizá por haberme recientemente reenganchado a "Amar en tiempos revueltos", dado que tengo a mi madre convaleciendo en casa, o tal vez porque si en Google sólo se pica "Mimosa"... pues aparece lo que aparece)

Volvamos al relato.
Hubo un tiempo en que me divertía poniendo a prueba a mis amigos. Si organizaban una cena o un evento en tiempo de mimosas, me presentaba con un enorme ramo, y una disculpa: "Ya sé que son difíciles".
A menudo, su reacción inmediata me servía para... ahondar brechas o estrechar lazos.






Tengo una amiga, Vane, que vive en una masía de Celrá (Girona) flanqueada por un inmenso árbol de mimosas. Un día la amenacé con instalarme allí una semana o dos o tres... hasta saciarme de ese perfume y de esa luz. Tal vez lo haga próximamente.






P.D. Acabo de ver la primera revelación de ese esplendor en un jardín privado de Les Corts. Me pareció algo temprano, pero me paré y sí... estaba cuajado de flores diminutas y las ramas arrastraban...
¡Una feliz señal!



21 comentarios:

  1. Yo nunca tuve la suerte de tener cerca árboles de mimosas, puesto que el clima del Bages no es el más propio para este tipo de plantas. Pero al igual que tu todos los años le compro un ramo de mimosas a mi madre. Para ella son especiales porque le recuerdan su niñez cuando mi abuelo se las traía recien cortadas al volver de trabajar de la mina.

    Primaveral entrada la de hoy.

    Abrazos.

    Ramon

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  2. ¡Qué raro, Ramón?
    Te imagino bien documentado al respecto, pero yo diría que sí he visto mimosas por tu pueblo y alrededores.
    Un saludo!

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  3. Yo juraría que..."allà al Serrat del Xipell", en ocasiones puede encontrarse alguna mimosa, aunque puede que sean falsas percepciones mentales mías.
    Será será...que el estado de inmersión de nuestro querido Ramón en infinitas páginas postistas,le impiden realizar algunas caminatas campestres en las que observar esa abrumadora flora que tanto caracteriza a nuestro pequeño "Ríofrío de Ávila", perdón, Sallent.

    Bromas aparte: bellísima entrada, Ana.
    Un fuerte abrazo.

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  4. Estimada Ana, se vistió tu página de primavera y tus líneas se adornaron de poesía. Porque hay ritmo, densidad, evocación y ventanas abiertas y sugestivas en esas mimosas recreadas, en esa explosión de amarillo con su misterio sutil e inmutable, con su embajada de gozo.
    No creo que haga falta decirte que disfruté la entrada.

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  5. Gracias, Isabel. Es que ya va tocando... que crezcan las tardes, que se vaya acabando el encierro y la corrección de exámenes y trabajos y..
    Sí, Juan Ramón me enseñó a amar el amarillo, un color que detestaba excepto en ciertas flores: mimosas, tulipanes, gladiolos, rosas...
    Habrá más líneas florales, aviso!

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  6. Eso digo yo, Anónima (que me parece que sé quién eres). Hay que reconocerle a Ramón como mérito ese cuidado de la madre (pese a las inmersiones postistas)y los mimos... digo, las mimosas.
    A.

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  7. Ese amor por el amarillo y por la luz de un árbol, de una flor, me ha recordado a Antonio López y "El Sol del Membrillo".

    ¡Y cómo despreciamos lo que tenemos por habitual y cuánto lo añoramos con los años cuando no lo tenemos! ¿Añoramos la flor que ya no vemos, que no olemos, o la infancia?
    ¡Salud Ana! me gustó mucho la entrada, por lo personal que hay en ella

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  8. Ana, como me he reído... Son difíciles las mimosas, bien cierto. Y esa mirada resignada de Lluïsa... Y los problemas de anclaje, y los problemas de google, muy bueno, o tus amigos al verte aparecer con el inevitable ramito y la inevitable frasecita que era como para no volverte a invitar... Todo son problemas, es cierto, pero me reí un rato (hoy muchos me hacéis reir, también Mariano José hace no mucho) y comprobé de nuevo que sacas literatura de lo corriente, y lo haces todo más bonito. ¿Quién dijo que la literatura servía para ser capaces de explicarnos nuestra propia vida y hacerla así un lugar más altamente habitable? Me gusta como te la cuentas y como nos la cuentas. Luego nos llamas cotillas y nos callamos, claro. Pero tú sabes que es la literatura la que nos llama. Un abrazo enorme y gracias por las anécdotas y las risas.

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  9. Ramon querido...
    Que acabamos de estar batallando por la literatura e così... con el ceño fruncido porqque... Pero es lo cierto que también nos reímos, ¿o no? Por tu comentario, deduzco que las mimosas, contigo, pues que no, porque ese "Son difíciles las mimosas, bien cierto", te delata.
    Pero en tu caso, y pese al comentario, no sembraré distancias.
    En cuanto a lo de sacar literatura de lo corriente... pues siempre se hizo así, ¿o no?
    Si recuerdas... sobre mi mesa, esta tarde, había el tríptico de "La Rimaia", ese espacio ácrata de la calle Casanova que acaban de desalojar y que yo visitaba recientemenete. Iba a dedicarle una entrada, pero por aquello de mesurar... Pues podría sacar decenas de entradas en breve tiempo, pero entonces, ¿el tiempo?
    Y aparte Nico, mi actual y sufrido ilustrador, que se me rebotaría...
    Y vosotros, lectores, que tampoco...
    Respecto a quien dijo que la literatura... bla bla bla, ni flowers. (Si acaso MIMOSAS).
    Y en eso ando (o tropiezo).
    Kisses!

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  10. Querido Hablador... Bienvenido!
    Y mira que no hay nostalgia, sólo constatación de un ardor (la luz).
    En invierno, cuando iba a Asturias, me colmaba la flor de la camelia (roja: no era la mía, pero crecía en mi jardín) o las calas (cuernos, les llamábamos), pese a ser ingobernables, y...
    Habrá más nostalgia y autobiografismo,mayormente porque me alejo de....

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  11. Particulares y vistosas esas flores.
    No todo el mundo ama la intensidad.

    Un cordial saludo y enhorabuena por su blog.

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  12. Gracias, Irene. Me dejas pensativa... dándole vueltas a la intensidad que sugieres.

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  13. Tu intensidad y tu valentía llevando, como un presente, esas flores a terceros.
    Te aplaudo el gesto.

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  14. Supongo que este comentario debería ir en un post aparte, pero es que me ha llamado la atención y como lector -cada vez más frecuente- de este blog y vista la biblioteca de Luis Albert de Cuenca, no he podido sentir envidia. ¿No os gustaría tener esa biblioteca, y sobre todo todas esas ediciones de Bécquer?
    Enlace al video (no sé si se puede hacer o no) : http://www.elmundo.es/elmundo/2010/01/25/suvivienda/1264434454.html?a=VV20e2d95f28b9ce8e8a7fd75a52d8c79a1&t=1264635149

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  15. Complicado el enlace, Anónimo lector...
    Hace años que conocí a Luis Alberto de Cuenca, y claro, las circunstancias son muy distintas... Hace años, tambié, que he empezado a aligerar mi biblioteca, y voy regalando libros a quines están en mejores condiciones que yo (o mis hijos) de conservarlos. Procuro no tener cuatro ediciones de "La Regenta", para entendernos.Más por respeto a los libros, que acabarían siendo pasto del polvo. Y dado que el servicio doméstico que me puedopermitir es mínimo, pues... recientemente he decidido que... ¡na más estanterías! Y flores.... ¡Cuantas más, mejor!
    Agradecida!

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  16. Flores por libros. ¡Qué sugerente! ¿qué es más efímero?

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  17. ¡Ay, ay, ay...!
    De algún modo has metido el dedo en la llaga (o las llagas).
    Primero por la palabrita. El padre de mis hijos siempre me regalaba plantas (muy bonitas, eso sí, y algunas con flor y todo), y un día le sugerí que... ¡Hombre! No el ramito de violetas de la canción, pero sí un ramo de flores. Y me contestó: Es que las flores son efímeras. Se lo perdoné porque, que con su precario castellano manejase tan bien cierto vocabulario... tenía su mérito.
    En cuanto a los libros... los hay de todo tipo. Algunos desechables, sin duda. Lo que ya no tiene sentido, para una profesora, es tener dos o tres ediciones de las obra de lectura, por si se da el caso de que un curso falla una editorial u otra, y una obra no está aquí pero sí allí (vete multiplicando). Y no tiene sentido porque los alumnos no leen (apenas).
    Si consideras que yo me muevo del XVIII al XXI...
    Kisses!

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  18. Hola Ana Rodríguez
    Me encantan las flores, más las del monte en plan salvaje que un ramo. Y además siempre lo consideré un elemento muy poético hasta que leí el poema de Rimbaud, ya sabes, ese de "Lo que le dicen al poeta sobre las flores" y entonces me siguieron gustando las flores en la poesía, pero ahora me ponían en guardia... De todas formas en Iluminaciones hay un capítulo titulado Flores.
    Por cierto, me compré una compilación de sus poemas a manos de un tal Josep Forment Forment, editado por Alrevés, donde los poemas del francés son presentados a modo de cartas en hojas sueltas. Y dice Forment que Rimbaud usabas sus poemas a modo de cartas en el juego del rol (un juego moderno que no sé). Espero que sea interesante.

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  19. ¡Vaya, vaya...!
    Pues es que justo ando con Rimbaud, a ratos.
    Ando con su Epistolario. "Prometo ser bueno" (Cartas Completas), en Barril y Barral, 2009. Pero me voy a las Iluminaciones y...
    "Recuerdo horas de plata y de sol en dirección a los ríos... en las llanuras salpicadas de pimienta" ("Vidas")
    Repaso el volmen.
    Aparte de "Metropolitano", que lo tengo subrayadoal completo, en "Flores", ni flowers. En cambio en "Infancia", sí debí de haber sentido algo, en el apartadoIII:

    "En el bosque hay un pájaro, su canto os detiene y ruboriza.
    Hay un reloj que no suena.
    Hay una hondonada...
    Hay una catedral...
    Hay un pequeño carruaje abandonado..."

    Luego vendrá Apollinaire (Il y a) y los que le siguieron.

    Thanx!

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  20. He buscado fotos de mimosas para que mi hijo de 5 años haga un trabajo para el cole.... pero para mi las mimosas tienen siempre un recuerdo emocionado de mi madre. Ella siempre llenaba la casa de ramos de mimosas y ahora las traigo yo y las pongo en mi casa, en el trabajo y tambíen se las llevo a ella... porque siempre está en mi corazón, siempre me acompaña... y con las mimosas hace que sonría y que la tenga más cerca...

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  21. Espero que te hayan servido estas ilustraciones. Ayer precisamente compré un ramo, porque ahora empiezan a estar preciosas, aunque me gustaría poder salir al campo y verlas en su esplendor. Saludos!

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