sábado, 12 de junio de 2010

MAGRINYÁ



Con puntualidad soviética, como cumpliendo con un plan quinquenal, Luis Magrinyá acaba de publicar su última novela: Habitación doble (Anagrama).







Desde “Diez minutos después” a “Paisaje invernal” –la primera y última de las piezas que componen Habitación doble- el lector asiste a una serie de diversas situaciones en las que Luis Magrinyá disecciona con humor, y también sin piedad ni concesiones fáciles, las relaciones sociales y familiares –singularmente las de padres e hijos- o amistosas, presentadas siempre desde una distancia que el autor labra a partir de la naturaleza rara o atípica de los personajes y las circunstancias o problemáticas en que se ven envueltos (lo que ya de por sí dificulta o impiden cualquier identificación sentimental), o bien mediante las propias formas del relato y el discurso, que pueden correr a cargo de un narrador testigo, crítico y desafecto, que lo observa todo desde fuera, o articularse a partir de una secuencia dialogada en la línea de la máxima impasibilidad narrativa o incluso adoptar la modalidad de un riguroso análisis próximo al ensayo, como sucede en la segunda pieza de “Paisaje invernal”, una soberbia indagación y reflexión a propósito del caso de Lionel Dahmer y su confesión A Father’s Story, es decir, de la historia del padre del asesino en serie conocido como “el carnicero de Milwakee”.

De hecho, esta pieza que cierra este espléndido libro es la que agavilla las historias que le preceden, apurando su sentido. En ellas, el humor está siempre presente: sea para ridiculizar las costumbres y valores y convicciones sociales (a propósito de los amores de una editora madura y un cantante indie), las novelas a la moda que cuentan historias de amor y bombas con tramas de secretos de familia incluídos y sorprendente final, la meritocracia, las relaciones de poder (también en el ámbito privado del amor o el sexo) o la convulsión que puede producir la presencia de una persona extraña en las acostumbradas (y bien diseñadas) cenas de “una comunidad de doctores nerviosos y poco felices, cargados con mujeres obligatorias que en sociedad resultaban aciagas y que en la intimidad, cabe sospechar usurpaban un sitio reservado a la fantasía”.

Historias dobles (con su haz y envés) que Magrinyá relata con una escritura tan elevada y elegante como impar.

(Reseña publicada en Babelia, 967, 5 de junio de 2010, p.11)


Como fue una reseña breve, os adjunto el vídeo que Magrinyá filmó para hablar a sus lectores de su nueva novela.




4 comentarios:

  1. Gracias a ti me he comprado esta novela y ya la estoy leyendo... Saludos desde León. L. Artigue

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  2. Espero que no te defraude. Ayer, en Babelia, otro inteligente lector liberado de la carga crítica, MANUEL RODRÍGUEZ RIVERO, escribió en su sección habitual sobre el "estupendo y original artefacto (no me atrevo a llamarlo novela, ni tampoco conjunto de cuatro novelas siamesas) creado por Luis Magrinyá (nacido en 1960) en "Habitación doble" (Anagrama). Si quieren leer a un moderno que escribe con la precisión y el regusto del lenguaje de un maestro antiguo, atrévanse con el último Magrinyá".
    A ver... ¡Y gracias!

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  3. Acabo de publicar en mi blog un comentario de este estupendo libro... Gracias por la recomentación.

    www.luisartigue.blogspot.com

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  4. Luis, estoy en Asturias ya, en condiciones precarias, pero me meto de vez en cuando en la Biblioteca del pueblo y renuevo la comunicación.Voy acto seguido a leerte (ya lo hice, con uno de vuestros cuentos de maestros, para Babelia), y a ver si acierto a escribir. Gracias!

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