sábado, 13 de noviembre de 2010

HAROLDO CONTI



Últimamente me he aficionado al programa de Gabilondo.
El pasado lunes, uno de los contertulios, Ernesto Ekáizer, replicó al saludo de aquél con un "Buenísimas" (noches, se entiende).
-¿Lo dices por...
Había muerto uno de los más sanguinarios responsables de la Dictadura de Videla en Argentina, Emilio Massera.

Pensé en y recordé a Haroldo Conti, a quien los lectores de mi generación descubrimos casi todavía en nuestra adolescencia, gracias a un libro que le publicó Carlos Barral, "En vida".






Últimamente, una pequeña editorial independiente, Bartleby, está haciendo el esfuerzo por recuperar la obra de Haroldo Conti.
El año pasado, su impar novela "Sudeste" quedó clasificada entre las diez mejores novelas aparecidas a lo largo de 2009.
En su día, José María Guelbenzu dio cuenta de la recuperación o el rescate de la obra en las páginas de Babelia.
Luego, en esas mismas páginas, me tocó a mí hablar de esa obra, en la recapitulación o balance del año.






Reproduzco aquellas líneas, y con ellas el deseo de compartir una lectura que nadie debería demorar.

La lectura de Sudeste (1962), primera novela del desaparecido escritor argentino Haroldo Conti (1925-1976), nos arrastra por una travesía tan zigzagueante y esquiva en lo episódico como inquietante y honda en su repliegue existencial.

Sudeste narra la vida en el Delta del Paraná y nos descubre un paisaje casi virginal aunque tan cercano a la metrópolis, y escenarios que parecen derruídos y podridos y vacíos pero que están repletos de vida: vegetal, animal y humana. Y de muerte.

Vemos aquí la menuda vida cotidiana de los sedentarios que trabajan en los juncales o el trasiego de los que comercian y el pulular de pícaros y hampones que merodean por las orillas y los márgenes. Y sobre todo vivimos la vida en el río, cuando el Boga decide reparar un destartalado bote y emprender su personal navegación por esas aguas. Y acompañando a este vagabundo romántico y robinsoniano sabremos cómo el río cambia y cómo cambia de distinto modo según las estaciones; notaremos la profunda simbiosis entre hombre y río, y las sensaciones y sentimientos y certezas que ella inspira o propicia; veremos desatarse sus fuerzas –ese viento, el sudeste-, y conoceremos también la perturbadora extrañeza que puede sobrevenir “porque el río teje su historia y uno es apenas un hilo que se entrelaza con otros diez mil”. Hasta anegarnos en el fatal desenlace, porque la maldad vive también en el alma del río y madura en el letargo del invierno.

Hay en Sudeste epopeya, lirismo y tragedia (y también humor) tamizados en el crisol de una maravillosa y dificilísima sencillez, esa que según Azorín consiste en colocar una cosa detrás de otra: “Comenzaron a despuntar los sauces. La línea de las islas se oscurecía. Sintieron en sus cuerpos esa vaga inquietud que acompaña al cambio. Una especie de zozobra. Un desvelo”.






9 comentarios:

  1. Gracias, Ana. Como anécdota te contaré que recientemente hemos recibido una carta de la Universidad de Cambridge solicitando permiso para usar algún fragmento de los cuentos de Haroldo Conti en sus exámenes. Y que en la próxima primavera reeditaremos "En vida", la novela con la que, como indicas, Conti obtuvo el primer premio Barral de novela. Los dictadores mueren y sólo el oprobio de sus crímenes hacen que la historia no les borre de un plumazo. La literatura de Conti sigue más viva y fuerte que nunca tantos años después de su secuestro y asesinato...

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  2. Es una excelente noticia la que nos brindas, Pepo.
    Guardo imborrable recuerdo de "En vida". Abrazos!

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  3. Cómo me gusta leer estas buenas noticias. Me devuelven la fe en el mundo editorial.
    Besos, Ana.

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  4. Dios te oiga, Isabel, como suele decirse. Porque las últimas noticias sobre el mundo editorial son pavorosas. Besos!

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  5. ¡"Pavorosas"! pues sí que debe estar la cosa malita, sí. ¿Podrías describir la situación en alguna entrada? Sería interesante

    Voy a leer a Conti, seguro.

    ¡salud!

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  6. No tengo más datos que los que se van haciendo públicos por ahí, y algún que otro comentario personal de autores y editores. Ya intentaré satisfacer la petición. Abrazos!

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  7. Apunto a Conti pues parece que me pierdo algo grande.
    Yo también me apunto a la sugerencia de que nos hables sobre el estado editorial. Un abrazo.

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  8. Ya me contarás entonces, Carlos.
    Me apunto yo lo de la editorial también. Un beso!

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  9. Con retraso, llego, Ana. La semana anterior no tuve tiempo para comentar. Espero que Bartleby siga reeditando las obras de Conti. Como anécdota te contaré que este pasado verano (invierno austral) anduve por todo Buenos Aires buscando "Mascaró"; me crucé el charco del Plata y caminé todas las librerías de Montevideo. Misión imposible. Finalmente se lo compré a un chico que vivía en Sant Telmo, vía contacto en Internet. Cabe señalar que las reediciones de los cuentos, que era lo poco que se encontraba, eran precisamente de Bartleby. ¿A qué interés por reeditar a Conti de este lado del Atlántico?
    Es más, charlando con un librero montevideano y viendo los libros de los autores que andaba yo buscando, me dijo: "mmmmmm, esos autores ya no le interesan a nadie, jovencita, precisamente por lo que dicen. Y por eso deberían interesar, pero...".
    Lo mismo ha ocurrido con la obra cuentística y narrativa de Walsh, reedita recientemente en España. Con todo, obras fundamentales de Saer están completamente descatalogadas, y ya no te cuento de Urondo o de Rivera...

    Yo también me sumo a que nos cuentes acerca de la situación editorial.

    Un abrazo

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