martes, 10 de abril de 2012

ESPAÑA - EUROPA





Recientemente (Babelia, del pasado 17 de marzo) le leí a Francisco Rico que cuando V. S. Naipaul -becario en Oxford y conocedor de nuestra literatura y nuestro idioma, que le parecía el más hermoso que se conoce- propuso traducir al inglés para la exqusita Penguin Classics nuestro Lazarillo de Tormes, el director de la editorial lo rechazó de plano porque "era un libro difícil de publicar y tampoco creía que era un clásico".
¡Un clásico!
Más que las celebradas meditaciones de Italo Calvino al respecto, prefiero las de George Steiner, cuya autobiografía (o lo que sea) Errata (1997) se hilvana selectivamente en torno a ciertos espacios, tiempos y lecturas. La infancia perteneció a los clásicos, cuya naturaleza, atributos y cualidades resumo brevemente (recomiendo seguir íntegramente el proceso de reflexión y análisis de Steiner: "una forma significante que nos lee"..., "nos interroga cada vez que lo abordamos"; queda muy lejos de compartir el atributo de lo trivial, de modo que los clásicos "escapan a cualquier forma de decibilidad definitiva"; es un espacio perennemente fructífero" que nos obligará a "un proceso de ahondamiento" porque nos ofrecen un conocimiento que modifica nuestra conciencia, al exigirnos re-acción (también en orden a las lecturas).





El primer texto que aborda Steiner es el canto VIII de la Odisea, cuando Demódoco, el aeda ciego, canta para los nobles y su desconocido invitado (que no es otro que Ulises) las batallas a Trtoya y "al escucharse así cantado, el viajero se deshace en llanto", porque "obliga a Ulises a encarar el desmoronamiento, la diseminación de su propio ser. Ha pasado a habitar en la eternidad insustancial de la ficción".
El episodio le parece a Steiner el máximo intento de comprender la naturaleza de la representación y el recuerdo, de la realidad y de la ficción. Y nos brinda otros ejemplos, que llegan hasta el regreso del narrador a Venecia, en la obra de Proust. Lo más curioso es que no hay ni siquiera una línea para nuestro Don Quijote. Y en todo el libro, ni una mención a Cervantes, por cualquier otro posible mérito.Sólo una vez aparece el manido tópico-símil... "para enfrentarme, como don Quijote y sus molinos de viento, a la cultura popular...." (pág. 148)
(Ni siquiera lo justifico por su resistencia a leer obras traducidas: en alemán tiene la magnífica versión de Ludwig Tieck)





Me duele ese silencio en alguien que se declara "una narquista platónico y no una papeleta electoral" (pág. 152) y que confiesa ser un "coleccionista de silencios" (pág. 178) -¡YO TAMBIÉN!- . Y pienso, con melancolía, cuánto le gustarían (quizás) las páginas de Azorín que closan el "maravilloso silencio" que reina en la casa de don Diego Miranda, el Cballero del Verde Gabán (silencio sobre el que Cervantes pasa rápidamente y por eso Azorín ahonda y expande ese rasgo en Al margen de los clásicos).
Y pienso en Unamuno y en algunos pensadores destacados, en su escasa repercusión en Europa.
Y recuerdo un pasaje espléndido de Barrio de Maravillas, de Rosa Chacel.

Tienes que admitirlo, atravesamos un bache enorme. Aunque no sé si es optimismo creer que lo atravesamos. ¿Es que pataleamos siquiera? Ya, ya sé que algunos patalean: esos pocos que frecuentas o que defiendes. Yo no, yo no defiendo, yo acuso. "J'accuse" a los que patalean con mala pata. Ya sabes que hace años que quiero repetir ese título y lo haré... Lo haría si creyera que podía servir para algo. Aunque probablemente lo haré sabiendo que no sirve. (Pág. 224)

... estás viendo las cosas eficientes, arriesgadas, que nos vienen del Norte. No sé que lugar ocupan respecto a la estética, pero el caso es que no son impotables, como las nuestras... No, no, no... No me vengas con lo de la ingenuidad, con lo del mérito que tiene el debatirse en la ignorancia por alcanzar. En primer lugar, la ignorancia no es tan grande porque saben leer y hay cerros de libros a peseta... ¡Saben leer! ¡Fíjate! Ahí tienes un conflicto, una llaga nacional que duele de verdad... (Pág. 224)













Q
uien así se expresa, hacia 1914, es Manolo (y ya es significativo el nombre), un personaje de "Barrio de Maravillas", de Rosa Chacel, en quien la escritora quiso (y creo que logró) forjar un personaje que fuese una especie de síntesis (eludo lo de arquetipo) de aquellos maestros que formaron a los jóvenes de su generación (Unamuno y Ortega, por lo que se refiere al pensamiento ideológico o político social, que luego en otros ámbitos hubo algunos -pocos- más).

Estas líneas las transcribo para mostrar que la autora, lejos del maniqueísmo y el edulcoramiento con que ciertos noveles tratan determinados asuntos (digamos, para abreviar, cultura y pueblo, sin pretender ponerme solemne), es implacable, con lo nuestro y con lo ajeno.
Es sólo el preámbulo de lo que quería comentar: la rabia que le invade al personaje por estar "en este rincón del mundo que es España y, para remate, estamos aculados en el último rincón de este rincón"; la rabia por sentirse sólo un pingajo (mirad la geografía) respecto a Europa.


Bien, todo esto retornaba estos días de las clases de Postgrado, aunque la sensación es persistente, y ya casi empiezo a cogerles manía a según quienes (a Steiner no, me es imposible). Porque si hacia 1900 (o cuando peleaban los citados Maestros) nuestra inexistencia intelectual podía "explicarse", no me parece razonable que en el 2010 o en el 2011 la cosa siga igual.
Menos aún considerando que Europa (Bruselas, mejor dicho) no nos quita ojo.



14 comentarios:

  1. Hola Ana Rodríguez

    Me parece interesante Errata de Steiner, aunque yo ando más intrigado con Unamuno. No sé por qué me cruzo con su nombre en multitud de textos, y eso ha alimentado mi curiosidad-voracidad lectora. Ya me acercaré a la librería algún día de estos.

    Por cierto, en un mundo tan cambiante, sobre todo la tecnología y las cosas cotidianas, ya va bien que hayan otras que no cambien tanto

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  2. Steiner es uno de los grandes, y que dure.
    Lo rabioso es... en fin.
    Eduardo, han cambiado por completo la "fisonomía" de este artilugio y yo soy lenta lenta... de modo que espero que la supuesta "mejora" tecnológica nologre agotar mipaciencia (tiempo). Porque ya no sólo no sé cómo publicar mis comentarios sino que es infinitamente difícil averiguar (localizar) los vuestros: mucho más pacientes y perseverantes que los míos.
    Valgan estas líneas, también, para Cralos y el Hablador... sorprendidos los dos.
    Abrazos fuertes!

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  3. Quien glose las bases de la ficción novelesca y no mencione el Quijote, es que no lo ha leído. Que viene a ser tanto como decir que no conoce las bases de la ficción o que su conocimiento es incompleto. Así es que en este caso, Steiner es motivo de lástima, más que de crítica.
    Recuerdo un viaje que hice a Suecia hace ya ni se sabe. Entonces allí ya nadie fumaba más que en la calle. A los que salíamos nos miraban con lástima, como pobres enfermos a los que había que compadecer, y no a personas que fumábamos por fastidiar.

    En cuanto a blogguer y sus innovaciones, yo sigo con el modelo primitivo. Los ingenieros dicen que en tecnologia lo que produce menos problemas es lo esencial

    Por cierto, aprovecho para preguntarte si conoces la Historia de la Novela de Steven Moore. Son cinco tomos, pero de momento no hay edición en español. Corre por la red una introducción traducida por José Luis Amores, autorizada por el autor, y la ofrece generosamente en su blog y me ha parecido muy interesante, sobre todo por el debate que plantea entre, digamos, novela fácil y novela difícil, novela para las masas, novela para minorías. Amores parace ser que se está pensando en acometer la traducción de la obra completa

    Por supuesto, Moore sí que ha leído El Quijote. Si quieres te la paso por e-mail

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  4. Gracias,Hablador.
    Pues no, no conozco ese ensayo. Y sí, pásame esa sinopsis de que hablas. Un abrazo!
    A mí es que no me han dado opción a mantener el modelo primitivo, y Nico, que ha estado unos días aquí, ya está de vuelta en berlín. Sniff!!

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  5. A este propósito, siempre recuerdo que, en la famosa lista que Harold Bloom incluye al final de su "Canon occidental", figura incluida "Mujercitas", de Louise May Alcott, y en cambio están ausentes gentes como Garcilaso o Juan Rulfo. Es lástima, sin duda; pero ellos se lo pierden. La ceguera patriótica, como se ve, es notoria.

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  6. Ya. En el caso de Bloom, él ha declarado siempre desde un princio que sólo se ocupa de obras/autores que lee en la lengua original, sin traducción. Al menos lo justifica. Gracias y!

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  7. Eso estaría muy bien, si no fuera porque en dicha lista incluye a otros autores de lengua española (tanto prosistas como poetas, e incluso algún dramaturgo). Ergo o puede leer en español (y, en ese caso, las ausencias que digo, y otras, sobre todo comparadas con ciertas presencias, resultan notoriamente injustificadas), o lee los que incluye en traducción, en contra de lo que al parecer afirma. Claro que también cabe una tercera posibilidad, que es la de que los incluidos por él lo hayan sido sin leerlos, sólo por la fama que de ellos le haya llegado. En ninguno de los tres casos queda muy bien, me parece. Pero ya decía: él se lo pierde.

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  8. Me temo que sí (a las varias cuestiones que maticas). Abrazos!

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  9. El que lee mucho y anda mucho, ve mucho y sabe mucho.
    Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616) Escritor español.

    Cuando oigo que un hombre tiene el hábito de la lectura, estoy predispuesto a pensar bien de él.
    Nicolás de Avellaneda (1837-1885) Político y periodista argentino.

    Veo que hay aquí opiniones de la lectura y apreciación del Quijote.
    Yo no estoy a la altura de la discusión de esta entrada, pero estoy de acuerdo con la cita de Cervantes y Avellaneda.

    Saludos.

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  10. Pero aportas esas oportunas y certeras citas, que ya es mucho. Saludos!

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  11. Es el precio a pagar de una lectora y escritora novel. No sabes la rabia que tengo por haberme perdido entradas y aportaciones tan interesantes.

    Un saludo

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  12. Ester... nunca es tarde. El tiempo es implacable pero también dúctil; sobre todo el psicológico, que es el más verdadero. Un abrazo y gracias!

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  13. Confirmo la interesante aportación de Hablador sobre la "Historia de la novela" de Moore. Un excelente texto que espero tenga pronta traducción en nuestro país.Escribo rápido, pero más adelante me entretendré un poco más.
    Un abrazo Ana.

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    1. Gracias, carlos. Por qué no te animas y sacas algo en tu Blog. Un beso!

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