martes, 20 de enero de 2009

HOMBRES DE HIERRO: DURRUTI

Durante alguna de las últimas mañanas compartidas con Juan Marsé (hace ahora un año aproximadamente, y so pretexto de comentar/acordar los contenidos del libro que preparaba para él, "Ronda Marsé") le pregunté si la famosa frase encerrada en "Si te dicen que caí" y en "Un día volveré", tan mítica e imborrable que retornaba en casi todos los que evocaban el mundo narrativo del escritor barcelonés... ¿Recuerdan?

"Hombres de hierro, forjados en tantas batallas, soñando como niños...": el final de "Si te dicen que caí".

"Hombres de hierro, le oímos decir alguna vez al viejo Suau, forjados en tantas batallas, hoy llorando por los rincones de las tabernas": último párrafo de "Un día volveré".

Le pregunté a Marsé de dónde había sacado eso -lo de "hombres de hierro"-, porque en una febril inmersión en los textos que relataban, evocaban u homenajeaban la muerte de Buenaventura Durruti, creía recordar que había leído lo de "Hombres de hierro", que Marsé aseguraba conocerlo "de oídas", de lo que se decía en el barrio o le oyó contar a su padre.

No le di más vueltas al asunto, pese a quedar pendiente lo de revisar mis caóticos papeles y... aportar datos.
En mí, en tanto que lectora, fue primero el impacto de los "hombres de hierro" leído en las novelas de Marsé. Por eso, cuando reencontré la poderosa expresión en una pluma ajena, le pregunté...

Y sí, entre los múltiples escritos de circunstancias aparecidos a raíz de la muerte de Buenaventura Durruti (tan turbia en su primera hora)destaca el romance que Lucía Sánchez Saornil publicó en la inolvidable revista "Mujeres Libres", poema en el que, tras relatar el suceso y sus repercusiones primeras, también narra o refleja el ambiente que presidía el multitudinario homenaje espontáneo que siguió al féretro por las calles de la ciuda condal.

Y es entonces cuando, en su "Romance de Durruti",Lucía Sánchez Saornil cuenta:

Rostros curtidos del cierzo
quiebran su durez de roca;
como tallos quebradizos
hasta la tierra se doblan
hércules del mismo acero.
¡Hombres de hierro sollozan!


¡Ahí está!
El resto del romance, según petición popular.

6 comentarios:

  1. ¡Esos sí que eran hombres de hierro, y no el Iron Man de la Marvel!

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  2. Están bien estos descubrimientos literarios (siempre me fascinó el final de Si te dicen...) Y con que fuerza el romance, río de nuestra literatura, se nos mete en la cabeza y permanece en ella. Pero además sólo desde una enorme sensibilidad y cultura es posible realizar con gracia estas reelaboraciones que hace Marsé. Y adelante con el blog, será una agradable manera de poder seguir leyéndote (más).

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  3. Querida, qué amenidad estos textos deliciosos tuyos. La sorpresa ha sido mayúscula, toparme con tu blog. Ronda Marsé es una joyita. Y además he seguido tus artículos, querida, desde los lejanos tiempos del ABC ( porque eras tú, ¿verdad?, espero no estar metiendo la pata). Estando como está el patio, que todos van con corsé por el mundo, me relajan cosas serias pero con retranca como el prólogo al libro. Yo no me muevo en el ambiente de las letras, me movía en mis tiempos periodísticos (ahora me limito a vivir mientras otros se mueren de envidia). Pero siempre necesito un oasis de buena lectura y otro oasis de gente inteligente que me hable de esas lecturas. Encantadísima.

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  4. felicidades buen blog!

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  5. Gracias!
    Ha ido creciendo desde esta entrada inicial. Ahora está paraado porque estoy sin casa en Asturias, dandoi tumbos de un lugar a otro.
    Salud!

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