Hace 12 horas
martes, 7 de julio de 2009
ASTURIAS
No es una de mis canciones favoritas, no al menos al principio (me molesta esa impostura "yo soy un hombre del sur" y el modo enfático y casposo de pronunciar la "V"). Pero admito que a veces la escucho, más que nada por la segunda mitad y el final....
A ver si este verano consigo que una amiga cante "La mina de La Camocha" y grabarla en registro aceptable.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me trae recuerdos esa canción. Había días en que la escuchaba constantemente, primero en un viejo magentofon, metido en mi habitación y después en el primer equipo compacto que pude comprar con mi primer sueldo. Poco más tarde pude escucharla en directo, en Barcelona, en los tiempos de la reconversión salvaje. Creo que Victor Manuel, hoy, no se reconoce en ella. Salud
ResponderEliminarNo sé... Parece bastante escondido, creo.
ResponderEliminarComparto tu opinión, Ana. La fuerza del tema no sólo radica en el contenido sino, también, en la interpretación que hace Victor Manuel. Personalmente, y a pesar de cierto enfásis moroso, me transmite una vigorosidad, triste pero esperanzadora, difícilmente explicable aquí y ahora. Gracias por recordarme el tema.
ResponderEliminarMe ha devuelto usted a los tiempos tan antiguos. Y mire, no conozco Asturias, un pecado pero es así.
ResponderEliminarLluis
¿Ya estás de vacaciones en tu Asturias? (Te tuteo sin tu permiso, pero ya es como si te conociera). De Víctor Manuel hay muchas cosas que me gustan, antiguas todas. Es como que este señor ha perdido fuelle con los años. La cancion que nos pones me ha emocionado mucho. Y Asturias la conozco poco, demasiado poco, pero me gustó tanto esa entrada sobre Asturias que pusiste hace meses, ahí es donde me empecé a enganchar más. Espero que de tus vacaciones vuelvas con más biografía gozosa que puedas compartir. Sobre todo pueblos, rincones... ¡Felices vacaciones! Yo aquí seguiré, leyéndote, alguna escapada breve a la Costa Brava donde tenemos casa, pero el negocio es el negocio, y más en tiempo de crisis. Hasta pronto
ResponderEliminarSonia: Digamos que estoy en Asturias, pero sigo trabajando. He de entregar dos libros antes de diciembre... Pero sí, por las noches necesito ponerme una parka o una chaqueta de lana. Voy a nadar y pasear junto al mar una hora y media y vivo en perfecto silencio (mis hijos aún no han llegado; sólo mi madre, hoy).
ResponderEliminarLluis y Sonia, teneéis que animaros. La crisi, este año, lo hace más atractivo aún.
June... Víctor Manuel sigue teniendo encanto, sí...
Un abrazo!
ciegos de tanto mirarte, Asturias... muy bonito. Ese Asturias del título suena a "Asturias, por fin". Qué descanses.
ResponderEliminarJesús
Pues sí aciertas, Jesús. "¡Por fin!".Aunque ayer mi hijo me informó que las lluvias torrenciales ya habían perforado la recién rehabilitada galería, reapareciendo las viejas goteras....
ResponderEliminarQué es lo de la mina de la camocha? A ver si lo graba y lo escuchamos.
ResponderEliminarCuando la gran huelga minera del 51 o así... la mina de La Camocha fue referencia mítica. Y surgió el correspondiente cantar. Aquí en Asturias somos muy dados a eso. No hay espicha de sidra ni comida o cena o celebración sin que acabemos cantando... Cuando la Guerra Civil, les cambiaban la letra a las canciones populares a una velocidad vertiginosa. Recuerdo (me contaban) que de la tradicional tonada que decía:
ResponderEliminarUna mañana de primavera
un pajarito vino a cantar
y era mi madre, que en paz descanse,
que a un hijo amado venía a buscar..
Enseguida se pasó a cantar
Tras de las rejas de nuestra cárcel
gritamos todos con emoción
viva el soviet, muera el fascismo
y hagamos otra revolución
Algo de este talento habrá heredado mi amiga María Jesús, que canta como una diosa. Sólo que no sé cómo podré grabarla y reproducirla aquí.
A ver si mis hijos me ayudan.
Gracias, Paula!
ADDENDA:
ResponderEliminarHoy, al ir a Penarronda (que no Peñarronda, como normalizan no sé quienes)escuché en la radio una versión de la "Asturias" de Víctor Manuel más sosegada (sólo voz y guitarra) y... mejor, mejor!
También quería añadir que aquí jamás acabamos cantando el "Asturias patria querida", ¡ojo! Eso, si acaso, enBarcelona.
Amiga mía, siempre es un buen momento para vivir esta canción, porque esta canción se vive, es decir se canta no se escucha. Escucharla es distanciarse de la canción. La letra, en este tipo de canciones no es precisamente lo más importante, sino el latido que humaniza. Resurge en su fluir la fuerza de la vida. Por lo que hace a Víctor Manuel, hay mucho que hablar de él. Desde sus primeras grabaciones hasta el punto de inflexión con aquel solo pienso en tí, y las composiciones que intentaron adaptarse a los nuevos tiempos. Fueron unos momentos interesantes en la canción española, a los cuales aunque hoy no me interesen les debo mucho. La canción de esos tiempos requieren un trato relajado y amigo. Felices vacaciones.
ResponderEliminarPaco
Sí, Paco...
ResponderEliminarYo no intento un proceso a Víctor Manuel (Dios me libre: De tener energías y tiempo, los dedicaría a otros, seguro
Este año me he quedado sin beca por preferir el viaje a quedarme en casa recuperando "las de septiembre"... Y es que el viaje ha sido por Asturias.
ResponderEliminarUn día por los Picos de Europa, tirando fotos con una cámara de usar y tirar; otro a Oviedo, a la "heroica ciudad" donde tan difícil fue encontrar aparcamiento. Otro, a Lastres, donde comimos chipirones en la playa, a la siesta de unos eucaliptus. ¡ Y bañarse en el Atlántico, no en el charquito agridulce de nuestro Mediterráneo! (y que me perdonen los fenicios, los cartagineses y Serrat, por ser su Mar favorito).
No sé como pasaré el invierno, pero será bien parecido al invierno de la cigala ( esa del cuentecillo que se las ve con una hormiga disciplinada).
Sea como fuere, el paseo asturiano me ha sentado de perlas. Y no ya por la compañía de una Laura petrarquista (que también), sino por las pilas recargadas...tan necesarias para seguir un año más en este embrollo académico.
Supongo que este curso volveré a verla porque me he matriculado a dos asignaturas que da. Siempre agradezco sus clases, porque me enzarzan a mi carácter subjetivo cuando una voz tímida me condena a ser alumno 'de aquí a la eternidad'.
Hasta pronto.
Rubén Z. Roig.
¡Vaya! ¿Y me cuesta creer lo de asignaturas pendientes! Estoy en Bilbao (ya contaré). Por lo demás... nuestro mar es el Cantábrico y... en el próximo viaje a Asturias... no te olvides del Occidente. Ya hablaremos, Tubén!
ResponderEliminar