(Caliente, ¡eh!, ni caluroso ni tórrido, que sí, para eso sí estaba hecha a la idea, pero caliente caliente... los otoños: huelgas laborales, conflictos sociales... un lenguaje que seguramente pocos recuerdan).
Pero hoy me he asomado al telediario de la 1 y compruebo que hasta el Congreso de los Diputados españoles ha llegado el escándalo (toda noticia que se precie debe generar esa cola) de las putas ejerciendo su viejo oficio en los porches del mercado de la Boquería, después del reportaje aparecido en El País.
¡Diox!
No me preocupo por mi marido -el encargado de la intendencia doméstica, lo que le obliga a, puntual y rigurosamente, comprar los productos frescos en la Boquería, porque es un mercado sublime y nos queda a dos pasos y allí se compra una pasta de buñuelos de bacalao exquisita, más todas las variantes de lechugas que imaginarse puedan, o especias a granel o huevos de pita, más carne y pescado a precios envidiables-, pero...
Se han venido a estudiar a la puntera ciudad de Barcelona las dos novietas/amigas (¡asturianas ambas! luego os cuento la labor de zapa) de mis hijos: Blanca, Ingeniería Industrial; Iria, Medicina. Ambas están instaladas en la calle Aribau, pero comprenderéis que sus padres... empiezan a preocuparse. Porque si ni el mismo centro noble de la ciudad (la Boquería es visita artística obligada) queda exento de.... imaginad a los padres fabulando sobre los subterráneos del metro, pensando en Nueva York (que tampoco, pese a que BCN a veces se parece a Chicago)
Y recuerdo los sueños anarquistas... aquellos Liberatorios de Prostitución que bramaban desde los cartelones de la Barcelona en armas.
¡Parece mentira!
¿De verdad necesitan las Autoridades debatir tanto sobre el tema?
¿De verdad han viajado!
¡Amsterdam!
Dans le port d'Amsterdam....
Otra entrada. Continuará.
Querida Ana, me alegra tenerte de vuelta, tan llena de ironía sanísima. Las frutas de la Boquería, extraordinario colorido en tu entrada, contrastan con el otro colorido de orden carnal, digamos. Y me acuerdo de la añorada Tura, que Montilla nos la mandó al departamento que podrian perfectamente ahorrarse, porque no hay competencias. La añorada Tura de interior había previsto ya unas casas autogestionadas... Resulta muy pintoresco, pero envidiable que alguien por fin se atreviese a legislar este particular tema que asusta tanto a las derechas como a las izquierdas, esa hipocresía finalmente tan humana.Pero llegó el otro y dijo nones. Esto servirá para echar a Hereu, al cual tengo el buen gusto de no soportar.
ResponderEliminarY finalmente esos cartelones anarquistas, verdadero regalo para un blog que regresa con mucha fuerza. Besos.
Feliz regreso, querida Ana. Ya ves, después de tantos años de democracia, los aprendices de progres que nos gobiernan atajan los problemas de la misma manera que en la dictadura. En fin, gentuza desmemoriada, en el mejor de los casos. Saludos.
ResponderEliminarLo peor es que se monta el espectáculo y el escándalo porque el sexo en la calle parece indecente. Un desfile militar, con la exposición pública de máquinas de matar masivas, nos parace la mar de bonito. ¿Demagogia? No hay, ni por asomo, la más mínima opinión o repulsa al respecto de la explotación y el régimen de esclavitud y terror al que están sometidas muchas de las mujeres. Todo es farisaico, falsa moralidad, hipocresía, y poca voluntad de atacar el problema des del punto de vista de los derechos humanos. El Grupo Prisa factura unos miles de euros al año, igual que muchos medios de comunicación, gracias a la publicidad de la prostitución...
ResponderEliminarRamón, Tura, ahí lo hacía bien, como buena descendiente ilustarda de las Poch de la República. Con los mossos, ejem, ejem.
ResponderEliminarY sí, Paco, los peores son los aprendices, este desmesurado culto a la juventud que ha propiciado catapultar a primer plano a ciertas miembras de no se sabe qué congregación eliminado a señoras con años y cabeza que tenían historia y saber.
Mariano, de acuerdo con todo lo que dices, pero hay diferencias.
Tema espinoso. Hy mucha literatura en torno, y valdría la pena atacarel asunto desde una mirada poliédrica.
Gracias los tres!
Querida, cómo me río cuando te pones tan ácida. He seguido tu verano gracias al blog. Cierto que últimamente he entrado menos pero nadie podrá culparme de tener una vida tan agitada. Ya sabes, querida, que soy de poca palabra escrita, pero soy tan cotilla, cara, que no puedo reprimirme. Pero no pienses que sólo me mueve la volatilidad, he seguido tus recomendaciones, algunas, tan hermosas algunas, menos una que no soporté, querida, pero nunca nada es redondo. Brindo por tu comentario tan jocoso. Si alguien me provoca una sonrisa, brindo siempre. Y si alguien despierta mis inquietudes, vuelvo fatalmente.
ResponderEliminarBienvenida, María querida. El país sigue siendo lo que (casi) nunca dejó de ser y... el mérito no es mío, la verdad. Kisses!
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