A veces el azar nos presenta su cara más amable, como lo hizo el pasado diciembre a través de Montse Benito, alumna de Romanticismo que me sopló (mientras tomábamos algo en plan despedida, en el socorrido Café L'Aribau) que Elizabeth, otra alumna del curso, era una gran bailaora y estaba actuando en el Novedades con la compañía de Rafael Amargó.
Era un miércoles, el miércoles en que moría Francis Casavella y los dos días siguientes yo no tenía el cuerpo para muchas danzas. El sábado volaba a Alemania y...
Pero a Elizabeth he vuelto a tenerla en mis clases de siglo XX, este segundo trimestre del actual curso, que ya hemos despedido. Y me enteré de que estos días (SÓLO HASTA EL 7 DE JUNIO, en que se nos va a Madrid) estaba actuando en el Tablao de Carmen, en El Pueblo Español.
Ayer domingo, aprovechando el largo finde, me fui a verla con Paco Gómez (ver entrada "Alta Poesía"), a quien hacía tiempo que no veía, y con el que pasé una tarde más que agradable por las faldas de Montjuich, antes del espectáculo que nos dejó sin palabras.
Vean, si no, estos vídeos:
Entre los más altos espíritus
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*Q*uienes carecen de autoestima a menudo desconfían de sus capacidades o
incluso llegan a creer en algún momento de sus vidas que, debido a su falta
d...
Hace 4 horas
Sí, sí, sin palabras, Ana. Imagino que verla en directo... ¿Es de BCN? Bueno, no sería raro, la cantera de bailaoras de aquí, desde Carmen Amaya, es notable. Por cierto, en Montjuich precisamente está el monumento dedicado a Carmen Amaya, en un rincón de un parque. Siempre he pensado que podría tener un lugar más adecuado en esta Barcelona que la vio nacer en pleno Somorrostro. ¡Brava, Eli!
ResponderEliminarEli aún tieneque contarme lo de Ayala, un pseudónimo familiar al parecer.
ResponderEliminarSobre Carmen Amaya,el texto de Marsé es irrecuperable, y ya me gustaría a mí reconstruir ea parte de nuestra historia que Framcis Casavella (y tambiénJuan Miñana) nos dejaron como una peomwa,
a,
Es verdad, las cosas importantes todas acaban pasando por casualidad.
ResponderEliminarEs uno de los alicientes del vivir: la sorpresa de las esquinas. También su cruz: sospechar todo lo que nos perdemos.
ResponderEliminarGracias, A.
Querida, qué amenísima siempre. Y mira, a veces dices cosas que me dejan pensando, yo que soy tan loca (pero profunda, no te pienses). Como lo de la sopresa de las esquinas.
ResponderEliminarBueno, veo que tienes amigos que decididamente valen la pena. Como el chico de Alta poesía, que tiene un blog que me tiene enamorada (ahora que estoy haciendo mi ronda por los blogs, le pondré un comentario con mi gracia habitual diciendo que me paso por su casa de tu parte). Por cierto, no me recomendeis más blogs, queridos todos, que ya no puedo más. Si sigo aumentando mi nómina no podré atenderlos todos debidamente. Aunque no podré evitar mirar alguno más que antes no aconsejabas, como el que pone el pobrecito hablador. Bueno, te cuento, querida.
Por Dios, estoy tan dispersa que olvido siempre el motivo central de mis llamadas o mensajes (un ex mío siempre me decía que el motivo central de todo cuanto hacía era yo misma... Lo suscribo, naturalmente). Comentar el arte de la niña Eli. Destacada, racial, valiente, artista. Me encanta el flamenco bien bailado, bien pisado. Gracias, cara, por esos consejos siempre a tiempo, por esas sorpresas en las esquinas.
Esa es la denza que nos comuneve. La que contiene en cada giro la explosión de un fuego que se amansa hasta la pobreza. Donde el amor es a la vida.
ResponderEliminarSaludos.
Espléndida. Làstima que los videos no traigan consigo la magia del directo. Felicidades a Eli i a ti, gracias por mostrarnosla.
ResponderEliminarGracias a todos por vuestros comentarios, que me alientan a seguir con el blog, y estimulan mi imaginación.
ResponderEliminarA.