jueves, 25 de junio de 2009

A LA INTEMPERIE: NOUVELLE



Como mi casa ya no es mi casa…
(Han empezado por fin la proclamada reforma de las fachadas…
(Lo de proclamada viene a cuento de que, tras varios rifirrafes con el Ayuntamiento…
(Con la misma institución que quería derruir los bellísimos edificios que se alzan frente frente al Palacio de la Música y que de repente decide catalogar una modesta finca de la calle Aribau
(Unas obras que deberían haber empezado el 14 de abril…, por fin están teniendo lugar).




Peor que las uralitas, os lo juro. Porque mi estudio-liliput lo tengo en la galería (allí donde los demás vecinos instalan sus lavadoras y otros trastos) que da a uno de los magníficos patios de Cerdá, aunque sin jardín. Pero la luz y el silencio son incontestables (salvo en verano, por culpa de los motores del aire acondicionado del edificio de Hacienda, pero ya me explicó mi querida Marisé Lasaosa, arquitecta, la normativa que en este caso no cumplen, así que... a la vuelta del estío... ejem, ejem)





Total que cuando de buena mañana empezaba a trabajar y la cosa a cundir, al poco me daba de bruces con los hombres-araña (pobrecillos, no digo nada de ellos sino de su empresa), tan inquietantes. Aparecen, desparecen, hablan (¡Señora! ¿No tendrá la llavecita de la azotea? Es mejor que vaya retirando el silloncito, aconsejan, mientras pasean una mirada pasmada por las estanterías) y suben y bajan, y sonríen cuando nos daríamos de bruces de no ser por el cristal…
Ahora ya están dentro de mi casa, prácticamente y las dotos reproducen el caos queme rodea.

Así que como mi casa ya no es mi casa, decido ser yo. Cojo una nouvelle y me voy a leerla a un jardín cercano, ignorando las dos novelas de 500 páginas pendientes de reseñar para las publicaciones donde colaboro con cierta asiduidad.



Digo Nouvelle por no decir Novelita (deliciosa, eso sí) porque, como escribe doña Emilia en esas páginas (sí, sí, hablo de la Pardo Bazán), con la sorna que caracteriza a quien fue bautizada como "Capitana Verdades":

"Si le parece a usted diremos, en vez de timarse, flirtear. Una palabrita inglesa dulcifica lo más agrio".

¿Verdad que sí?
Hay un humor encantador en El Niño de Guzmán (publicada en Ediciones del Viento), una novela breve , un delicioso pastiche del “género casto y sentimental” que seguramente habría alentado las fantasías de las bovarys ibéricas, como lo hizo con una de las protagonistas de esta historia, en la que aparecen otros quijotes : el muchacho de origen español educado por un tutor irlandés devoto de la imagen romántica de España, que cuando llega aquí, en 1897… pues que no, que la realidad estrangulaba los sueños. Hay en El Niño de Guzmán una ácida crítica de la España de Cánovas (acaba con el asesinato del Presidente del Consejo de Ministros en un balneario de Mondragón, el 8 de agosto de 1897), una revisión de la dejación de todo un país, cuyas clases altas se dedicaban a reproducir el snobismo ajeno, y cuya clase media….

"Enriquecida por el expolio de los bienes de la Iglesia; engreída ridículamente con los títulos nobiliarios que prodigaron a banqueros y mercachifles los políticos, con anuencia de los reyes; idólatra del dinero, pervertida y prevaricadora… ¡Santo Dios! ¡La clase media! ¿Yo creo que ahí está la fuente de todos nuestros males!"





Una lectura perfecta para relajarse: la trama sentimental está llena de guiños risueños y por lo demás… sosiego y deleite pese al zafarrancho.

11 comentarios:

  1. Zafarrancho muy necesario en la actualidad. Toda la munición que emplea en la cita que nos referencia y en el comentario sobre lasa clases altasque es muy válida hoy en día. Aunque que creo que habría que calibrar un poco el punto de mira: ¿La clase media, o el sistema que la cría y la engorda? Otros tiempos, el mismo tiempo. La misma Historia y los mismos actores, con otros trajes y otros nombres

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  2. Horreur! Un obrero, ya sea en su versión canónica o en versión hombres-araña, desmonta todo lo que toca. No le arriendo la ganancia. Ármese de paciencia y sonríeale a la vida. Y procure no entender ni el tema catalogación de edificios ni al Ayuntamiento, catalogan lo que les interesa. Y desde luego la novelita dan ganas... Doña Emilia era tan graciosa, supongo que habrá leido las cartas!
    Jesús

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  3. Su estudio liliput merecería sin duda el título de estudio de mamá pitufa si en lugar de tanto azul tuviese tanto verde... Qué divertida resultas cuando te poner cínica, con simpatía lo digo, el estudio resultará encantador cuando está a pleno rendimiento, sólo que ocupado por los hombres-araña es un habitáculo de pesadilla. ¿De verdad estás sólo protegida por esos toldos? Espero que no... Te advierto, por experiencia lo digo, que lo peor de las obras es cuando terminan, primero el subidón de que han terminado, luego el horror de pasar la bayeta, fregar y quitar polvo de los rincones más inverosímiles. ¿Harás un estreno oficial de tu novísimo estudio, alicatado y elegante? Sería una idea. Los amigos del blog estaríamos, yo the first, encantados.

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  4. No dije nada de Pardo Bazán. Me estoy poniendo al día en tema letras, así que no te extrañe si te digo que de esta clásica no leí nada, de momento. ¿Comienzo por el Niño de Guzmán? Más bien me temo que no, que eso será para iniciados.

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  5. Cara, no te quejes jamás de los hombres-araña, qué graciosa, piensa que aunque ensucian, como todos los hombres por otra parte, luego te dejarán todo elegantísimo. Sólo necesitas una cosa; un poquito de paciencia, querida, y leer novelas en el jardín, así de paso los controlas que no se te cuelen en casa. Yo inicié una reforma global de mi piso de Madrid antes de la crisis (si lo llego a saber, hija, ya te digo yo que no me hubiese dado el gusto, que desde entonces mi vida económica no es la que era), pero valió la pena por confortable y elegante. Y si no llego a algo me limito a llegar a mi casa y sentirme muy señora, que cada una se sabe de sus estrecheces. Por cierto, querida, de mis hombres-araña había uno, querida, jajajaja, pero eso sería ya un tema para confidencia de amigas, no es plan de ir desarrollando mi vida por capítulos.
    Y bueno, aunque trufas tus entradas con esas deliciosas anécdotas divertidas, siempre con ese puntito de crítica, al final de regalo un librito. Querida, qué sorpresa lo de Nouvelle, qué inculta puedo resultar algunos días. Apunto como siempre sugerencias, aunque desde luego desde que te conozco no llego, cara, que me pasaría todo el día leyendo para pillarte, ya me dirás cómo haces. Un beso enorme, querida, y gracias por esa sonrisa con el vinito de media tarde.

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  6. A lo largo de estas tres semanas ya nos hemos ido familiarizando. Hoy cantaban una canción cuya letra estuve a punto de anotar, pero como no tenía el instrumental a mano... Mi estudio no queda alterado, porque el espacio interior no está afectado por las ordenanzas municipales, afortunadamente.

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  7. José Antonio, yo empezaría con el díptico clásico ("Los pazos de Ulloa" y "La Madre Naturaleza"). "La Tribuna" es otra novela clásica (y combativa);"El cisne de Vilamorta" es otro registro. "Un viaje de novios tiene un punto naïf delicioso" (eso por no ir más allá de la década de los ochenta y los inicios. También son muy interesantes sus libros de viaje por Europa, especialmente "Al pie de la Torre Eifffel" (sobre la expo parisina de ¿89?.

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  8. Addenda para JA
    Pues sí, sólo estaba protegida por esos plásticos, Y ellos montaron los andamios sin casco,ni arnés ni botas de seguridad, como parece ser habitual, según informa EL País-Cataluña hoy.
    Ya voy reconstruyéndolo todo y marcharé pronto a Asturias. Al volver, en setiembre (ya sabéis que soy Virgo)... en fin, tomo nota de la sugerencia..

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  9. Gracias, Jesús, por los consejos. Lluïsa es la que más soliviantada está. Si obligaran a quitar las persianas-rejilla de la fachada delantera... eso sí sería progreso. Por lo demás, las cartas a Galdós sí las he leído. Sólo soy una lectora amateur del XIX, una vez superada la impaciencia juvenil que...

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  10. De esa clase y de esos timepos, sabes tú más que nadie, Mariano. ¿o No?

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  11. Me hubiese gustado vivir unos años más, por ver en qué desembocaba todo. Después de siglo y medio no hay mar... es el mismo río que sigue su curso,con sus crecidas que se llevan todo por delante, incluso el sentido más solidario con la palabra obrero, que produce horreur. ¡Ofrézcale de vez en cuando una cervecita fresquita!

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